ELCHE. Pablo Ruz se ha convertido en el nuevo presidente del PP en Elche tras unas elecciones en las que se enfrentó a la histórica popular Mercedes Alonso. Tras esta decisión de los militantes, Ruz se enfrente a una nueva etapa del partido para la que resalta como una de sus metas conseguir la unidad del PP local.
-¿Ha digerido ya la victoria del miércoles? ¿Esperaba que fuera tan holgada?
Ni lo esperaba yo ni lo esperaba nadie. Ha sido una sorpresa muy agradable, pero esto no es un cheque en blanco, es una petición muy clara de la afiliación para que unamos al partido, no me voy a cansar de repetirlo. Tenemos que demostrar esa unidad. No con palabras, sino con hechos. Y lo vamos a demostrar la semana que viene con la configuración de una nueva Ejecutiva donde estemos todos, tanto la gente de Mercedes como la de Enriqueta y por supuesto la gente que ha optado por una nueva alternativa.
- Precisamente sus primeras palabras fueron las de unidad tras conocer la victoria, ¿cómo se va a proceder?
La unidad se consigue con generosidad. Primero con aquellas personas que apostaron por Mercedes y Enriqueta, que llevan tantos años en el partido y han trabajado tanto, generosidad con ellas, y después con la gente que nos ha acompañado y con los que nos han apoyado en esta candidatura. Soy consciente de que se van a tener que dar muchos espacios y mucha generosidad a quienes me han acompañado con presencia significativa en la Ejecutiva, lo tengo muy claro.
- ¿Han pensado ya qué va a pasar con la configuración interna a nivel de portavocía y dedicaciones exclusivas?
Lo que tenemos claro es que hay que tener mucha paz y mucha calma y tomar las decisiones con mucha tranquilidad; tenemos mucho tiempo. Una propuesta que hemos hecho es vincular de forma muy directa al grupo municipal con el partido, y lógicamente la propuesta de las portavocías se hablará con los interesados y con el partido y la Ejecutiva, que será la que disponga. Por eso vamos a ir cumpliendo los plazos a partir de la semana que viene. Vamos a contar con todos.
-¿Va a ser posible la convivencia normal después de los no saludos y la calma tensa del miércoles? Durante estas semanas se han oído acusaciones graves.
Lo que se ha dicho hasta ahora queda en el pasado. Cuando nosotros nos comprometemos con la militancia es para construir el futuro. Aquí todos hemos hecho cosas mal, se rectifica y se pide perdón. Con respecto a los saludos, hubo con todos. Me saludé con Mercedes, pero me dio la enhorabuena en la sede, y Enriqueta en la calle. La convivencia será totalmente posible, con un 70% de los votos la mayoría es aplastante y rotunda. Pero hay que entenderla no como un rodillo, eso se ha terminado, no solamente en el PP, sino creo que para bien en toda la política española. Pero creo que hay que entenderlo como una petición muy importante; como una decisión de la militancia, que ahora no será una realidad consultiva sino decisiva.
-No va a ser un rodillo pero sí tiene un mandato claro, que es también un mensaje para la otra lista…
Sí, pero para unir. Este partido ha estado desunido en los últimos 30 años por diferentes circunstancias. Esto supone un punto y seguido, pero un punto.
-¿Qué problemas se han encontrado precisamente durante estos años con la gestión y esta forma de trabajar que han denunciado?
Para seguir avanzando hace falta autocrítica, nos ha hecho falta, a mí el primero. Nos ha faltado diálogo. Este no es un fin, pero sí un instrumento, y ese ha sido el principal escollo. Veníamos de donde veníamos pero no hay nada irreconciliable en esta vida salvo el momento último. Estamos en esta dinámica.
-Sobre esta reconciliación, ¿se podrá recuperar la relación estrecha que había con Mercedes Alonso? Precisamente en su lista hay muchas apuestas personales suyas.
Y eso es de agradecer. La vida tiene etapas y también hay un fin como un punto y seguido. Estas personas han estado muy agradecidas a ella pero han entendido que había que cambiar. En el año 2015, se ganan las elecciones pero se pierde la alcaldía. Y los partidos que no éramos de izquierdas o centro izquierdas eran menos que los que éramos de derecha o centro derecha y hay que ver por qué no gobernamos. Cada uno tiene su opinión al respecto, yo tengo la mía. Ahora hay que plantear una alternativa diferente. Como entiendo que si el partido con sus órganos y estatutos deciden apostar por mí para la alcaldía en 2019, si yo no consigo serlo, entenderé que se alguien plantee que se necesita otra cosa para el proyecto.
-¿En qué momento detectan que hace falta un cambio en la estrategia y un cambio de rumbo?
Después de las elecciones de 2015. Entendí que había que avanzar, no ya de cambiar, sino de avanzar. Cambios va a haber, pero no un cambio profundo. Se plantearán las cosas de otra forma, con renovación y contando con los que han estado, no va a ser una ruptura, será una transición. Una transición que era necesaria y no una opción, sino una obligación.
- ¿Qué pasó en la reunión con Enriqueta Seller en la que después hizo esas declaraciones y para que el propio día de las elecciones retirara su candidatura? Con un mensaje de adición a su lista en Facebook que después borró.
Me reuní con ella el sábado y no llegamos a un acuerdo legítimamente. No hablamos de puestos, se habló de lugares… sí, podemos aceptar que hablamos de todo. Hablamos de futuro yd e cómo integrarnos en el partido. Y no hubo un acuerdo. Luego hablé con ella y me pareció legítimo y generoso que retirara su candidatura, pero yo no pacté con ella nada. Sí le dije que íbamos a hablar y vamos a integrar a parte de su Ejecutiva, y a ella también. Pero la decisión no estaba supeditada a esa retirada.
- ¿Habían hablado previamente antes de las elecciones? Porque al final tienen muchas reivindicaciones comunes en materia de transparencia y democratización interna, quizá lo suficiente para poder presentar una candidatura conjunta.
Yo hablé con ella por primera vez de la asamblea de 2012 en agosto de 2016, le pedí perdón personalmente por haberme equivocado con ella y no haber sido justo con ella. Ella me manifestó entonces su deseo de presentarse candidata, se lo estaba planteando y yo no lo tenía claro. Pero hemos tenido reuniones y hemos ido hablando y al final entendió que tenía que retirarse. Pero Enriqueta va a estar (en la Ejecutiva). Y como va a estar Mercedes y la gente de Mercedes. Esto es muy importante, la primera vez en la historia de PP de Elche que hay una unidad en la Ejecutiva del partido.
- Precisamente sobre la Ejecutiva y otras medidas, en su programa hablaba de transparencia, democracia en todos los órganos, una convención anual con la militancia… Ha levantado muchas expectativas. Dijo que no iba a quedar en papel mojado, pero al final la realidad es que en campaña se prometen muchas cosas que luego no se suelen cumplir.
Primero unidad de verdad y crecimiento de participación directa en la Ejecutiva. En segundo lugar, establecer contactos para hablar con la militancia, algo que no teníamos. Al menos con los 1300 que han votado y que están activos. Hay que establecer los cauces, los medios para tener una comunicación fluida. Las propuestas que hemos hecho no son negociables: convención anual, auditoría de cuentas, figura del valedor del afiliado —propuesta de Enriqueta—, declaración jurada y firmada de los miembros de la Ejecutiva de confidencialidad y acatamiento de las decisiones, participación… Cosas necesarias que son necesarias y modernas.
-Ahora que empieza la nueva etapa, ¿hay que cambiar la forma de hacer oposición?
Hay que reflexionar sobre eso, la oposición no puede ser tanto crítica, que es necesario, sino propositiva. Y no tanto reactivos. El partida va a concurrir a 2019 y no sé si voy a ser yo el alcaldable, pero hay que hablarlo. No se ganan las elecciones criticando al tripartito, que también hace cosas bien. Hay que plantear una alternativa y esta es la clave. Proponer y explicar. Hay gente que nunca va a votar al PP porque hay ideologías en medio, como yo nunca votaría a otros partidos, pero nuestra idea es, voy a utilizar una palabra de Podemos que me encanta; seducir. Tenemos que seducir pero con propuestas, no con palabras, que se las lleva el tiempo.
- ¿Pablo Ruz alcaldable de 2019?
No es mi decisión, pero es mi idea claro. A nadie se le escapa que esos votos son también un respaldo al proyecto.
- De cara a ese futuro inmediato que os espera en la oposición, ¿qué opina sobre los siguientes asuntos?: Mercado Central.
Es un proyecto legal, es una externalización privada para servicios públicos, el mismo método que ha utilizado el PSOE en todos los parkings públicos de la ciudad, por poner un ejemplo. Con lo cual el modelo es legal, aplicado por el Partido Socialista, pero la actual situación es consecuencia de dos cosas: un compromiso de los actuales electorales irresponsables porque no todo vale en la campaña electoral y en política no se pueden tener mochilas o las menos posibles. Y segundo, un alcalde y un equipo de gobierno tienen que tomar decisiones, no demorarlas. Porque al final si no los solucionas te aplastan, y eso se lo que le pasa a Carlos (González), con quien tengo una relación muy cordial, me felicitó ayer. Creo que es un hombre con una clarísima voluntad de hacer bien las cosas, pero tiene problemas y voluntad para decidir. Un alcalde tiene que tomar decisiones y las decisiones siempre generan damnificados, pero hay que adoptarlas.
-Así que por su parte apoyan el actual proyecto.
Faltaría más, es un proyecto legal. Pero no por nuestra parte, es un proyecto legal. Es verdad que hay informes que hay que esperar pero me parece que son excusas y creo que hay mucha responsabilidad también.
-El Hotel de Arenales.
El problema de hacer política en nuestro país es que cuando llegan a las instituciones, desechan los proyectos del partido anterior porque no es suyo. En el Hotel ha habido mucha negligencia porque no se han interesado, y no han estado encima ni de la evolución de las obras, ni encima de Cosas contactando con ellos. Esa negligencia se ha convertido en un problema y el problema en una paralización, y esta en un derribo, es una cosa muy seria. Sus decisiones nos afectan a todos.
-La declaración segregacionista del Altet.
El Altet es parte de Elche. En un mundo globalizado, lo mismo que decimos en Cataluña, es legítimo, sí, pero por encima de la democracia está la ley. Y para que la democracia exista está la ley. Habrá que hablar mucho con la gente de El Altet, faltan vínculos afectivos y más contacto, que la ciudad sea más visible allí. Pero hay un límite y el límite es la ley, y la ley no es negociable.
-Peatonalización de la Corredora.
Es un proyecto que hay que abordar con mucha serenidad. Para empezar, escuchar a los comerciantes. Ellos pedían que se hiciera el domingo en vez del sábado. Me parece una decisión muy antidemocrática porque además el pleno aprobó precisamente que la apertura pasara a los sábados, por lo tanto muy mal. Ellos también aplican el rodillo como denunciaban. Respecto a la peatonalización hay que reflexionar mucho.
-También hubo reticencias en la calle Hospital y al final es una calle con mucha vida
Sí, pero es un caso diferente. La Corredora es una arteria de la ciudad. Comprendo que hay razones que avalan la peatonalización, y muchas que dicen lo contrario. Creo que hay que reflexionar, y además el proyecto del Mercado contempla esa peatonalización. Y sobre todo, los comerciantes los primeros.
- Respecto a Cultura, que ha sido su área durante estos años, ¿qué planes tiene ahora? Hubo muchas críticas por un sector porque decía que no había cultura para todos.
Lo asumo, pero me parece una afirmación muy injusta, muy ideológica. También iba a hacer el PSOE un gabinete de cultura y acabó en agua de borrajas. Durante mi andadura, todo el mundo tuvo voz y presencia. Es verdad que nos faltaron cosas por hacer, por ejemplo una propuesta que no me dio tiempo, el Consejo Municipal de Cultura, aunque está paralizado, pero bueno hay una intención. Aunque se hacen tan enormes que al final no son resolutivos, pero paciencia. Pero es que precisamente al Gran Teatro vino desde Luis Eduardo Aute hasta obras de Pemán, hay que programar para todo el mundo y además los datos eran muy clarificadores en la gestión. Además una dimensión que nosotros teníamos de la cultura, era cultura y patrimonio y que se han cargado. Nosotros abrimos las Clarisas, la Calahorra, sin dinero, el Molí Real y la Torre de Vaillo, infraestructuras que ahora están bastante paradas. Y abrimos también el Gran Teatro de nuevo a la Glorieta. El balance fue muy positivo. Las Clarisas tienen que convertirse en un referente cultural, buscar financiación, seguir con la restauración del edificio… hay que seguir.
- ¿Qué ejes cree que hay que desarrollar ya con esta nueva etapa?
Creo que hay que escuchar las más personas y entidades posibles. Me da vértigo pensar en esto, aunque me ilusiona. Cuántas reuniones tendremos que hacer porque tenemos que hacer un diseño para todos, no sólo para el PP. Qué queremos para Elche. A corto plazo hay que reivindicar la supervivencia de la línea del ferrocarril de cercanías, la electrificación y la modernización, la estación en IFA, que la estación del AVE no sea un apeadero… vamos a ser muy reivindicativos. Nos han votado para poner a Elche donde merece, hasta por encima de los partidos políticos. Más cultura, más presencia, más limpieza, mantenimiento, jardinería… Jardinería en Elche que ha sido siempre un orgullo. Tenemos una plantilla ejemplar, profesionales que lo dan todo pero que a lo mejor no llegan. Y hay que dar soluciones. Las entradas a la ciudad… tenemos una parte de la ciudad muy abandonada.
- De cara a las próximas elecciones, ¿con este proyecto van a intentar recoger el voto perdido que se ha ido a partidos como Ilicitanos por Elche o Ciudadanos que se ha perdido por esa mala gestión?
Mi relación con Ciudadanos es excelente. Tengo a David por amigo y compañero. Están haciendo un buen trabajo, es verdad que a veces demasiado colaborativo, pero cada uno sabrá cómo es su estrategia. Mi relación con Fernando Durá es muy buena. Ellos se van a presentar, tienen un respaldo muy importante, y si el año 2019 ganamos o tenemos un buen resultado, si hay que llegar a pactos, lógicamente les tenemos en cuenta para todos, para pactos como para no pactos. Las mayorías absolutas se han acabado. La cordialidad con las fuerzas políticas tiene que ser una realidad, también con PSOE y Compromís.
