ALICANTE. Tampoco es que lo haya jugado las dos últimas campañas y por el camino que va lo tendrá tanto o más difícil en la temporada 2021/22, pese a competir ya en el agujero que representa la cuarta categoría del fútbol español... pero el que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) haya decidido que por tercer curso consecutivo (contando el inconcluso 2019/20) los 'play-off' de ascenso (también los de descenso) tanto en la Primera como en la Segunda RFEF se disputen en sede única supone otro golpe a la cuenta de resultados de clubes como el Hércules.
Este ingresó en el último 'play-off' de ascenso unos 380.000 euros por taquillas (se jugaron tres partidos en el estadio Rico Pérez para los que los abonados tenían que comprar entrada a un precio bonificado), una cifra a la que ahora solo podría aspirar parcialmente y siempre que sea sede: en la reunión del pasado lunes en la que se explicó a los clubes el sistema de competición, se les dijo que de los ingresos derivados de cada una de las eliminatorias (se disputan a partido único) por el ascenso, el 20% sería para la ciudad o club organizador y el 80% se lo repartirían a partes iguales la RFEF y los dos equipos participantes en cada encuentro. Es decir, que el Hércules podría solo acercarse a la obtención de ingreso parecido por este concepto si el Rico Pérez es sede de ese 'play-off' y el equipo blanquiazul disputa tanto la semifinal como la final.
Marchamalo, Socuéllamos y Melilla, entre otros, rivales de Hércules en la 2021/22
Diez de los 90 equipos que compitan en la 2021/22 en la Segunda RFEF ascenderán a Primera RFEF. La mitad serán los campeones de los cinco grupos de 18 conjuntos en que se estructura la categoría. La identidad de los otros cinco se decidirá en igual número de 'play-off' exprés (semifinal y final a partido único, en una única sede) a disputar en cada grupo por los equipos clasificados entre la segunda y la quinta plaza.
El Hércules ve complicarse su futuro económico aún más y no solo porque vaya a militar en una categoría todavía más deficitaria que la desaparecida Segunda B, también porque Enrique Ortiz tiene decidido recortar el auxilio económico que ha venido prestando a la entidad.
