Parte del casco histórico de Elche / RAFA MOLINALeo en Alicante Plaza que el tranvía ha abierto una nueva línea que conecta cada 15 minutos Alicante centro con la playa de San Juan... ¡Qué maravilla!
En Elche seguimos en el siglo XX, no hemos avanzado. Bueno, miento, se han comprado unos cuantos autobuses ecológicos con la intención de que nos reconozcan la capitalidad verde. Pero poco más. Seguimos con las conexiones de siempre. La frecuencia de los autobuses con las pedanías es de risa, seguimos sin AVE y si me apuran, sin muchas ganas de que lo pongan, porque para ir a cogerlo a Matola, ya me voy a Alicante directamente, que seguro que tengo mejores combinaciones y llego antes.
El aeropuerto sigue sin tener enlace con Renfe, algún día a lo mejor realizan las infraestructuras para ello. Lo he leído en algún programa electoral de las elecciones autonómicas, aunque no aparece en el acuerdo de gobierno del Botánic II, firmado en el Castillo de Santa Bárbara. Hay que tener muchas ganas para leer los programas electorales. Letra pequeña, formato poco vistoso, y 300 folios, ¡casi me quedo ciega! Desde luego que los partidos políticos no motivan a su lectura, yo creo que lo hacen adrede, pero siempre hay alguna intrépida que busca y rebusca.
El otro día asistí a una charla de cinco jóvenes periodistas que pese a sus pocos años tenían mucha formación y experiencia. Nos expusieron cómo ven ellos la ciudad, no desde el lado de informadores, sino desde el prisma de ciudadanos. Pusieron negro sobre blanco las deficiencias de Elche, la ausencia de una eficaz gestión en temas urbanísticos que todos conocemos, la falta de iluminación de muchas zonas, la falta de rentabilidad y proyección de nuestras playas. Ausencia de protección del patrimonio, el inmaterial, el hidráulico, el urbano, el rural, el cultural…
Nos recordaron que somos un pueblo bastante reduccionista de expectativas, nos quedamos anclados en “nuestros problemas”, “nuestra Dama”, “nuestra Glorieta”, pero nos falta visión global, y estrategias a largo plazo. Los ponentes invitaban a los políticos locales a que se paseen por otras ciudades, y que vean y descubran otras posibilidades para importarlas, para adaptarlas a nuestra ciudad. Siempre seguimos instalados en las mismas quejas (yo, la primera), pero ahí acaba el activismo ciudadano. En la charla de los periodistas, se acabó con algunos titulares, “Elche siempre está a punto de…” o “Elche en construcción”, es como si estuviéramos siempre en proceso de “instalación” pero nunca llegamos a ver la instalación completa.
Reivindicamos poco (yo creo que ya lo he dicho alguna vez), la ciudadanía anda bastante dormida y a lo suyo, es poco participativa, siempre somos los mismos los que tropezamos en los mismos foros (estamos aburridos de vernos siempre las mismas caras). Los políticos ilicitanos deben implicarse más y si es necesario, pegar dos puñetazos en la mesa de la Generalitat o del Ministerio y arrastrar compromisos, fechas concretas para inversiones en la ciudad.
Somos una población cada vez más envejecida y los que peleamos por transformar la sociedad ya estamos más para allá que para acá, así que necesitamos savia nueva, jóvenes luchadores que se impliquen en el activismo social, que se enrolen en nuevas organizaciones o foros para ser correa de transmisión entre la sociedad y la élite política. También necesitamos renovación en las formaciones políticas, que éstas se vayan nutriendo de jóvenes promesas con otra visión de las cosas. La designación de Lerma como senador de las Cortes, o la continuidad de García-Margallo en el parlamento europeo no es precisamente ejemplo de renovación de las élites políticas. A ver cuando algunos Barones pasan el testigo para reformar y renovar las estructuras políticas y también sociales.
El día 15 se constituyó la nueva Corporación en la ciudad de Elche, ojalá suponga el inicio de una nueva época de logros y resultados.
