Piscina del resort Magic Robin Hood, en el Albir. Fotos: RAFA MOLINAALICANTE. A medida que los países europeos han ido complicando el viaje de sus nacionales a España con restricciones y cuarentenas, y los principales turoperadores han ido suspendiendo sus operaciones con la Costa Blanca, el sector ha ido volviéndose cada vez más hacia el turista de proximidad. El mismo que todos los años aporta en torno al 50% de sus ingresos y que este año es el único al que pueden recurrir, al menos por el momento.
La última semana, los hoteles de Benidorm marcaron su máximo de este verano, con una ocupación en torno al 60%. Y ocho de cada diez turistas que ocupan una habitación hotelera en la ciudad de los rascacielos son españoles. En el conjunto de la Costa Blanca, la ocupación ha alcanzado el 63%. Datos mucho mejores que en julio, pero muy lejos de lo que sería un verano normal. El presidente de Hosbec, Toni Mayor, admitía al cierre de la primera quincena que el turismo internacional se ha visto "muy afectado" y no alcanza los niveles que se esperaban en un verano que "pintaba mejor de lo previsto a principios del mes de julio".
Así las cosas, los hoteles de la cuna del turismo se han ido a buscar sus raíces. La mayoría de cadenas ha decidido olvidar definitivamente sus mercados internacionales y centrar el tiro en el turista de proximidad, lo que podría llamarse 'kilómetro cero'. La promoción y las ofertas han arreciado en la propia Comunitat Valenciana, en Murcia, Castilla-La Mancha, Aragón y algo en Madrid. El turista que se encuentra a dos o tres horas en coche del destino.
Así lo ha hecho la cadena Hoteles Poseidón, tal como explica su director comercial, John Galiana. "Ahora mismo tenemos abiertos todos nuestros hoteles, pero después de septiembre cerraremos la mayoría", avanza, "y mantendremos el del centro" (además de La Estación, con un perfil profesional). Los hoteles de Poseidón están, de media, al 60% esta semana, y la mayoría de quienes llenan sus habitaciones y usan sus instalaciones son españoles, sobre todo de la propia Comunitat y de las regiones vecinas. "Estamos manteniendo una ocupación razonable, pero con un precio mucho más bajo de lo normal".
En general, la bajada de precios es la tónica dominante en el sector este verano, al igual que el recurso al turista doméstico. Sin ir más lejos, el hotel Les Dunes Comodoro, cuyos principales usuarios cada verano son belgas y holandeses, tiene este mes un 75% de clientes españoles, según explican desde la empresa. Asimismo, la mayoría de estancias son cortas, de dos o tres días de media. Pese a las restricciones, tienen algunos clientes belgas, holandeses y franceses.
La estrategia del hotel, que ha implementado una tarifa especial en la web que incluye un seguro médico de cobertura en caso de covid, pasa por las redes sociales y newsletters a clientes potenciales y agencias, en busca del turista de último minuto: el que decide pasar un fin de semana en Benidorm el viernes por la mañana y carga el coche. Es lo que está haciendo también la cadena Magic Costa Blanca, que se ha centrado específicamente en Comunitat Valenciana, Murcia y Castilla-La Mancha, donde ha reforzado la promoción en redes estos últimos días.
"Entendemos que no tiene sentido intentar captar turistas en el norte de España, porque una persona que tiene que hacerse seis horas de viaje probablemente se lo pensará mucho más a la hora de venir. Interesa el turista que puede tomar la decisión rápido y venir en dos horas", explican desde la agencia ComunicAlicante, especializada en gestionar la comunicación de empresas turísticas. En esta estrategia, Aragón ha dejado de encajar y casi tampoco lo hace Madrid, donde se realizan menos esfuerzos promocionales.
En un escenario de incertidumbre donde las reservas de última hora y las cancelaciones son la constante de cualquier departamento comercial, las previsiones son algo complicado de elaborar, pero el sector espera cerrar agosto con una ocupación entre el 50 y el 55%. Ya están llegando algunas reservas para septiembre, donde la estrategia será similar a la desplegada en la segunda quincena de agosto. Algunos establecimientos ya tienen garantizada una ocupación del 30% gracias al turismo de 'kilómetro cero'.
