ALICANTE . La Diputación de Alicante ha tomado un nuevo cariz: si se confirma que el PSPV arrebata el diputado provincial de Villena al PP, puede haber un nuevo escenario, con un empate a 14 entre socialistas y populares. Ciudadanos tendrá la llave del gobierno, pero esta vez la lista más votada sería la socialista, lo que da cierto margen para los pactos. De momento, ese resultado, -y la mayoría- es provisional. Ese dato se confirmará el próximo miércoles o jueves, cuando se revise el escrutinio en el partido judicial de Villena.
Pero de lo que no hay duda que, de confirmarse, se abre un nuevo escenario que obligaría al PP a cerrar un acuerdo con Ciudadanos para garantizarse la continuidad en la institución provincial; es decir, sería necesario que al menos uno de los representantes naranjas apoyen al presidenciable popular; de lo contrario, el candidato socialista podría ser elegido al ser la lista más votada, siempre y cuando se mantenga el empate a 14. Con 15 representantes, el PP podría ir a una investidura sin acuerdos, a sabiendas de que PSPV, Compromís y Ciudadanos no pactarían un candidato alternativo.
Mientras, la dirección provincial del PP se centra ahora en cerrar acuerdos lograr las Alcaldías que estarían en el aire: en este caso, los principales alianzas se deben cerrar con Ciudadanos: los candidatos populares necesitan su apoyo en Teulada, Calp, La Vila, El Campello, Sant Joan, Mutxamel, Santa Pola y Almoradí, en otros muchos. O en los casos en los que tenga presencia Vox, pues también en ellos, o alguna formación de cáracter local.
El PSPV gana el diputado de Villena por 21 votos y empata a 14 con el PP en la Diputación de Alicante
Pero el debate de la Diputación de Alicante se deja para el día después de la elección de los alcaldes, el 15 de junio. Si no hay contratiempos con impugnaciones, la corporación provincial se constituirá en julio.
En un principio, el PP es el favorito para asumir la Presidencia. Y para el cargo circulan, desde hace tiempo, varios nombres. Los dos más claros son el actual presidente, César Sánchez, que ha revalidado su acta de concejal por el Ayuntamiento de Llíber, y que cuenta con el respaldo de la dirección provincial. José Císcar lo ha defendido en numerosas ocasiones: cree que la labor de Sánchez ha sido buena al frente de la institución; ha suplido el carácter inversor de la Generalitat y además, ha defendido asuntos clave para la provincia de Alicante frente al Gobierno valenciano, según fuentes del PP provincial. Es decir, que sí César no pone objeciones, y el PP tiene la mayoría, repetirá. Otro debate es si debe mantener el acta de diputado en el Congreso de los Diputados.
Pero tiene un rival declarado: el actual número dos de la lista del PP en Alicante, Carlos Mazón, que cuenta con el respaldo de Teodoro García Egea, el número dos de Casado. Es su principal valedor. Además, todo hace indicar que el alcalde de Alicante, Luis Barcala, jugará esa baza ante Madrid, pero hay un problema: la mayoría de alcaldes y concejales del PP del resto de la provincia no ven con buenos ojos la opción de Mazón por su pasado ligado al ex presidente provincial y de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll. Es decir, que podría generar malestar no solo entre los alcaldes más afines a la dirección provincial y regional, sino también entre los propios casadistas, que estarían dispuestos a jugar otra baza con otro aspirante. En esa negociación a varias bandas, podrían aparecer nombres como Pablo Ruz, Adrián Ballester, o un tapado, todos de la máxima confianza de la dirección nacional.
El PSPV no ha movido ficha de momento: también está a la espera de que se confirmen los resultados. Visto los movimientos de Ximo Puig, es posible que el PSPV ofrezca algún acuerdo con Ciudadanos, como el que está buscando en Alicante capital. De momento, no hay aspirantes a la presidencia, pero podrían estar condicionados por un futuro acuerdo. Rubén Alfaro es el que suena con más fuerza.