Nino se expone a cuatro partidos de suspensión si el Comité considera que agredió a Diamanka

ALICANTE. Nino podría ser sancionado con cuatro partidos de suspensión si el Comité de Competición considera su pisotón a Dimanka, por el que fue expulsado con roja directa en los minutos finales del partido en Almería, una agresión.

Es cierto que el árbitro del encuentro, el riojano Jorge Valdés Aller no habla expresamente de agresión pero en su acta recoge que le muestra la roja a Nino "por pisar a un adversario en la pierna al pasar por su lado con el juego detenido, el cual se encontraba en el suelo con motivo de una falta previa".

El Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol contempla en el apartado primero del artículo 98 que "agredir a otro, sin causar lesión, ponderándose como factor determinante del elemento doloso, necesario en esta infracción, la circunstancia de que la acción tenga lugar estando el juego detenido o a distancia tal de donde el mismo se desarrolla que resulte imposible intervenir en un lance de aquél, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos".

De no considerar la acción agresión, Nino podría ser sancionado con de dos a tres partidos de suspensión en aplicación del apartado segundo del artículo 123: "si la acción descrita en el párrafo anterior ("producirse de manera violenta con ocasión del juego o como consecuencia directa de algún lance del mismo, siempre que la acción origine riesgo, pero no se produzcan consecuencias dañosas o lesivas") se produjera al margen del juego o estando el juego detenido, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 98 del presente Código".

El Elche ha anunciado ya que recurrirá con independencia de la sanción (parece descartado que el Comité le imponga solo un partido de suspensión), de hecho ha solicitado imágenes de la jugada para tratar de demostrar que el pistón fue accidental, algo en lo que insistían a la finalización del choque los compañeros de un Nino que se ha caracterizado siempre por ser un jugador noble, intenso y de gran apetito goleador pero en ningún caso violento.