MADRID (EFE)..- El Auto Sacramental Invisible de José Val del Omar se ha convertido en el guión "a partir" del cual El Niño de Elche y el Museo Reina Sofía nos proponen meternos de lleno en la modernidad de esta composición que interroga de manera "crítica" sobre las guerras, el pecado original o la tecnología.
Así ha presentado a Efe Francisco Contreras (Niño de Elche) esta propuesta que se podrá visitar en el Museo Reina Sofía del 7 de octubre al 26 de abril de 2021. Un homenaje o rescate de esta obra de arte sonoro que guarda el museo y que el artista granadino empezó a componer en el año 1949 a modo de instalación sonora.
En concreto lo que el visitante podrá ver está dividido en dos espacios, el primero, y que da la bienvenida, es una contextualización histórica y documental alrededor de la creación del Auto Sacramental por parte de Val del Omar, de la que se ha encargado el arquitecto Lluís Alexandre.
En ella, se pueden ver dos páginas de uno de los cuatro guiones que hizo el artista con notas y apuntes a mano que intentaban explicar de manera concreta como había que articular la voz para conseguir la tonalidad deseada para esta pieza. Documento donde se puede leer: "acto primero: voces resonantes con un tono envolvente".
Un elaborado guion que distribuye el sonido (voces, músicas, ruidos diversos) a través de más de una decena de altavoces que, según explica el artista ilicitano, ha convertido en lámparas votivas junto con el arquitecto Lluís Casanovas desde donde sale la composición realizada para la ocasión. "A partir de ahí -explica- y ciñéndonos a este espacio del Reina Sofía hemos intentado contaminar y habitar ese espacio".
Lo ha hecho con una composición de 40 minutos de duración en la que el quejío, las voces, o la música de Frank Sinatra se van sucediendo a la vez que esas lámparas se encienden y apagan con un ritmo que acoge y hace temblar.
"Sinatra - añade Niño de Elche- puede representar esta cosa de la modernidad, qué supone el capitalismo en nuestras vidas, pero es una referencia más, como la referencia que hay a Madrid, a lo que la mística plantea sobre el padre y madre, todo eso me ha servido para seguir reflexionando sobre esas temáticas siempre a partir de la concepción sonora de Val del Omar. Es un reflexionar críticamente sobre esa base".
En palabras de Alexandre, al entrar en la instalación el visitante "descubrirá una estructura alámbrica colonizada por marañas de cables, focos y bombillas empalmados con regletas y enchufes".
De esta estructura cuelgan quince altavoces (en los guiones originales se hablaba de 12), cuyos pabellones se precipitan sobre el visitante, como hicieran los altavoces militarizados de La Voz del Frente o del Circuito Perifónico, ambas creadas por Val del Omar (Granada, 1904-Madrid, 1982) durante la Guerra Civil española.
Con este trabajo, Niño de Elche se ha "desplazado a otro territorio" y por eso ya no es "el mismo" que cuando en septiembre empezó a escuchar el archivo sonoro de Val del Omar, propiedad del museo estatal. "Ahí reside la concepción radical de lo que supone cantar, el seguir desplazándote, cambiando, reinventándote, superar prejucios, miedos, ahí es donde para mi un trabajo tiene sentido", matiza el cantaor (1985).
Por su parte, el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, ha destacado que apostar por Niño de Elche para llevar a cabo esta propuesta se debe que "es alguien que está trabajando en diversas disciplinas", un artista "gamberro y atrevido".
"La pieza se quedará en la colección del museo y eso implica que en una época covid estamos pensando en cómo serán los museos en el futuro, un cambio de proceso de producción cultural que ya no se trata tanto de traer y mover cosas, cajas y aviones, sino de promover la investigación, la Historia, cambiar formas de producción cultural, que es más económico y sostenible", ha concluido.