Hoy escucharemos muchas reivindicaciones, justas, necesarias, olvidadas... Todas seguros que son importantísimas, claro que sí. Y máxime en estos tiempos en los que hay nuevos agentes políticos que intentan desdeñar el consenso alcanzado en materias como la lucha contra la violencia de género. Hemos conseguido mucho como sociedad en los últimos años, pero también queda camino por recorrer para combatir cualquier expresión de machismo.
Pero más allá de los nuevos pasos que dé la mujer y cómo logre reequilibrar o vencer obstáculos en las instituciones, en las empresas o en cualquier ámbito de la sociedad, hay dos cuestiones que las mujeres deben abanderar para avanzar en sus objetivos: por una parte, una educación igualitaria, sin estereotipos, que enseñe a todos por igual, sin distinciones ni patrones; y por otra, los referentes. La mujer no sólo debe tener referentes, sino que debe reivindicarlos en cualquier momento y en cualquier campo. Allí, donde ese campo quede huérfano, será un espacio vacío en el que la mujer competirá en desigualdad de condiciones. Los referentes ayudan, y mucho, a ejemplificar cuál ha sido la lucha de la mujer en el pasado y sirven de pedagogía a la sociedad en el futuro.
Este año, la Revista Plaza reunió a 10 mujeres que la redacción de Alicante Plaza considera influyentes dentro de sus respectivos campos. Ellas ilustran el número de la revista que a partir de mañana lunes ya estará disponible en sus kioscos, acompañado de un muy interesante reportaje sobre su particular historia dentro de su área de influencia. La empresa, la gastronomía, el sector inmobiliario, la cultura, el deporte, las fiestas, la gestión,... Por supuesto que no están todas porque el campo de acción e influencia es muy amplio, pero sus testimonios son valiosos para conocer cómo se lo han tenido que hacer para triunfar en campos sumamente masculinizados.
Todas son mujeres, todas han vencidos barreras inimaginables, algunas con más o menos ayuda, pero lo más sorprendió es lo poco que se conocían entre ellas, a excepción de las que tienen la empresa como denominador común. Desde ese punto de vista, siguen siendo como departamentos-estanco, con trayectorias exitosas y meritorias a sus espaldas, pero que no conoce ni siquiera la vecina de al lado.
Esa es otra asignatura pendiente que tienen las mujeres como colectivo y el feminismo como movimiento: además de las conquistas sociales, en derechos, por acabar con estereotipos, cuotas para alcanzar la igualdad (ha sido clave en el sistema electoral), deben saber que una tarea capital es divulgar las historias de éxito o las conquistas individuales porque pueden ser un modelo para el resto, no sólo para ellas, sino también para el conjunto de la sociedad. En ese campo, queda mucho por hacer, y espero que alguien tome ese testigo que la Revista Plaza intenta plasmar en su número de marzo. Lo que no se enseña o no se reivindica, no existe.
Esta semana tuve la suerte de asistir a la presentación de la feria Alicante Gastronómica, que cumple su tercera edición y para este año presenta muchos atractivos. De entre sus objetivos, creo que ya conseguidos, congratula ver la transversalidad de la programación, pues combina diferentes campos de la gastronomía, tanto de la clase alta como la media del sector, y la colaboración entre administraciones (Generalitat y Diputación de Alicante, además de ayuntamientos y la Cámara de Comercio como gran impulsora). Si se alcanzan los objetivos de visitas y de pedagogía del sector, podremos decir que tenemos un gran evento, pero made in Alicante, que habrá costado dinero, por su puesto, pero que no habremos pagado por ello, como los de antaño. Y que las instituciones persisten, pues Alicante puede, porque lo merece, tener un hito dentro de los eventos de cuántos se celebran en toda España. Quizás falte persistir en alguna singularidad, para diferenciarse, y no olvidar el papel que juegan las materias primas de la tierra.
El éxito de Alicante Grastronómica también puede ser otra oportunidad para IFA para reivindicarse como ágora para los eventos de los provincia, al alcance de todos, pero carente de una red de transporte público que te permita a cualquier evento sin necesidad de coger el vehículo privado. Es otra oportunidad para exigir a Fomento que la conexión con el aeropuerto no sólo es necesaria para la terminal, sino para los negocios que se generan a su alrededor o el dinamismo entre Alicante y Elche. Quizás no he descubierto nada, pero es otra oportunidad para recordárselo a José Luis Ábalo. Y para ello no debería haber color político, ni para exigir, para aprobar iniciativas presupuestaria en favor de ello, más allá de la camiseta de cada político.
P.D. Me cuesta creer que en la programación de Alicante Gastronómica no esté el chef santjoaner Alberto Durá. Viene su jefe, el televisivo Jordi Cruz, pero no a su jefe de cocina y parte esencial de sus estrellas Michelin y Soles de la Guía Repsol, que forma parte de la lista de los 100 Jóvenes Talentos de la Gastronomía que elabora el Basque Culinary Center.