ELCHE. Elche tiene que aprobar la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) antes de que acabe el año. Una fecha para las ciudades de más de 50.000 habitantes y que ya se había venido retrasando —tenían que entrar en marcha a partir de 2023—. Tienen que estar operativas a 31 de diciembre y en el Consistorio aceleran para poder cumplir con los plazos. Por lo pronto, será uno de los puntos de debate del último pleno del año, que será el próximo 22 de diciembre. En cualquier caso, el edil del área, Claudio Guilabert, incide de nuevo en que ya hay una ZBE "de facto" en el casco histórico con las peatonalizaciones.
El departamento se encuentra estudiando las alegaciones que se han presentado en el periodo estimado, y sobre ellas hablaba este miércoles desde Compromís Esther Díez, cuya formación ha presentado enmiendas al texto, volviendo a criticar que "coches más contaminantes puedan seguir circulando por nuestras calles hasta el año 2060", indicando que contraviene la normativa europea. Guilabert posterga el debate sobre estas cuestiones al pleno del 22 de diciembre, y apostilla que el Defensor del Pueblo no está investigando Elche por la no aplicación de la ZBE, sino que ha requerido más información sobre el estado de su aplicación para ver en qué situación se encuentra.
El concejal insiste en que "Elche es una ciudad no contaminada", recordando que la base de la Zona de Bajas Emisiones a debate es la planteada en la anterior legislatura por PSOE y Compromís. Va más allá y esgrime que la ciudad no supera los parámetros de contaminación que establece Europa, por lo que "Elche cumple", por lo que no se pedirán etiquetas que restrinjan el acceso a determinadas zonas "porque no todos los ilicitanos pueden permitirse coches ECO". No obstante, también Díez en su periodo como concejal aseguró que no se planteaban medidas de restricción del tráfico porque no hacía falta en el centro, al cumplir dentro de los parámetros de contaminación y emisión de partículas.
Sí solicita la edil que se amplíe la ZBE y medidas de control a otras zonas que según estudios de la UMH durante estos años apuntan a zonas del Pont Nou e intersecciones entre Blasco Ibáñez y la Avenida de Novelda como las más contaminantes. Guilabert rechaza que aun así se superen las emisiones que castiga Europa. La concejal de la oposición conmina a través de las alegaciones a que la ZBE del centro comprenda los 1,15 kilómetros cuadrados del centro, "como indica el proyecto técnico" —el cual es prácticamente el mismo que redactó el anterior bipartito y que apenas se ha tocado ahora para poder cumplir con los plazos—.
Desde Movilidad se recuerda que lo primero que se aprobará será la ZBE del centro, pero que el documento plantea una ZBE II y una ZBE III y que en cualquier caso "se aplicará o no dependiendo del resultado y el análisis que se obtenga de la primera Zona de Bajas Emisiones". Así pues, ni se descarta que se vaya a ampliar, pero tampoco se garantiza.
Sea como fuere, el área que se aprobará porque el bipartito tiene mayoría en el pleno (tras una aprobación preliminar) es la comprendida entre la margen Este del Vinalopó, acera Norte de calle Ángel, acera Oeste de las calles Filet de Fora, Almórida, Puente Ortices y Puerta de Alicante, y acera sur de calle Maestro Albéniz. Sobre las posibles ampliaciones no se especifica en el documento qué perímetro sería, ya que este inicial que se aprobará tampoco es el que tenía planeado el anterior bipartito, es notoriamente inferior.
Por último, y en cuanto a las cámaras para control de matrículas, número de vehículos y otras estadísticas, aún no tienen un periodo de implantación calendarizado. Según Guilabert, va ligado a los fondos Next Generation, como los nuevos buses eléctricos y otras actuaciones captadas para sufragar con este programa.
