El MIPIM, la feria inmobiliaria más importante de Europa, ha vuelto a Cannes la semana del 14 de marzo y, para quienes hemos tenido la suerte de asistir, hemos podido comprobar allí que se trata de un regreso altamente esperanzador para el sector inmobiliario, incluso en los momentos de zozobra bélica y alza de precios de materias primas que asolan por desgracia nuestro continente en la actualidad.
A pesar de que, precisamente por la situación derivada de la invasión de Ucrania, pueda haber faltado por razones obvias la habitual representación del Este de Europa y Rusia, lo bien cierto es que la afluencia ha sido masiva, con operadores de Real Estate públicos y privados manteniendo incesantes reuniones cara a cara, acudiendo a conferencias presenciales, visitando los numerosos stands desplegados, estrechando manos, intercambiando tarjetas profesionales; dejando poco a poco atrás dos duros años de videoconferencias y distancia personal susceptibles de mermar la dinámica normal del tráfico inmobiliario.
Las sensaciones recogidas en los encuentros celebrados con distintos operadores nacionales e internaciones de todo tipo -promotores de viviendas, centros comerciales, parques industriales, empresas tasadoras o aseguradoras, consultores- son muy positivas. Se constata la liquidez existente en el mercado, el interés por llevar a cabo operaciones pero, sobre todo y lo que es más remarcable, la voluntad de materializarlas en una muestra de la vitalidad del sector más allá de las dificultades propias del complejo escenario geopolítico y económico en que nos encontramos.
En esta línea, al MIPIM han acudido delegaciones de autoridades públicas y empresas promotoras privadas de los distintos países europeos con sus proyectos inmobiliarios más singulares bajo el brazo a fin de exponerlos al público especializado, evidenciando fortaleza y vigor y, sobre todo, un firme ánimo de seguir avanzando en aras de conseguir mejores ciudades en el futuro.
A este respecto, en cuanto a nuestro país, hay que destacar la presencia de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid y el Ayuntamiento de Barcelona los cuales, respectivamente, han promocionado sus proyectos Madrid Nuevo Norte -un ingente desarrollo urbanístico que regenerará más de dos millones de metros cuadrados de suelo de la capital a través de la colaboración público-privada- y el área metropolitana de Barcelona -y su propuesta de mezcla de usos, sostenibilidad y digitalización para la recuperación de la economía-.
Visto lo anterior, uno no puede evitar pensar en clave de la Comunitat Valenciana que quizás podría ser un buen momento para que los responsables públicos autonómicos y locales reflexionen sobre la participación en este tipo de eventos a fin de promocionar e impulsar los relevantes proyectos inmobiliarios de nuestro territorio, tales como las actuaciones de transformación urbanística del Parque Central y del barrio del Cabañal-Canyamelar en Valencia, o del Plan Especial del Sector OI/2, el cual prevé la remodelación del acceso del tren de alta velocidad en Alicante y que contempla el desarrollo de un parque sobre la playa de vías ferroviarias de extensión considerable.
Téngase en cuenta que, entre otras de similares características que se gestionan en la actualidad en nuestro territorio, estas operaciones pretenden combinar de forma óptima la legítima rentabilidad de las viviendas libres y los usos terciario-comerciales con el pleno respeto y observancia de los principios de desarrollo sostenible, el acceso a la vivienda protegida, la implantación de grandes zonas verdes y dotaciones para el disfrute ciudadano. Actuaciones todas ellas equiparables a las expuestas en el MIPIM por Madrid y Barcelona que son dignas de ser divulgadas al máximo nivel en los entornos de mayor repercusión a fin de darlas a conocer y, por qué no, captar las mejores oportunidades y atraer a los más importantes operadores del mercado.
Esperemos que, más pronto que tarde, se pueda despejar el horizonte de dificultades que caracteriza el panorama actual, se alcance la paz y la estabilidad y puedan materializarse las expectativas testadas en el MIPIM tanto en toda Europa como, en particular, en la Comunitat Valenciana.
Sergio Fernández es consejero de Derecho Público y Urbanismo de Cuatrecasas