De arriba a abajo y de izquierda a derecha: Ángel Segarra (Sprinter), oficinas de GTT, helicóptero de Inaer (hoy Avincis) y Pedro Alcaraz (cofundador de Goldcar). Fotos: AP/RAFA MOLINA/PEPE OLIVARESALICANTE. El 98% del tejido empresarial de la provincia de Alicante lo forman pequeñas y medianas empresas, la mayoría de carácter familiar, que en algunos casos logran situar su marca o producto en el imaginario colectivo (Pikolinos, Suavinex, Rolser, Actiu, Café Jurado, Valor, La Española...) con una dimensión nacional e incluso internacional. Pero en ese 2% restante se cuentan grandes empresas que, con un origen en la mayoría de los casos también familiar, han crecido de forma exponencial hasta convertirse en líderes o, al menos, referentes de su sector en España, Europa o el mundo.
De este grupo forman parte empresas como Sprinter, líder en el retail deportivo en España (y en facturación y empleo en la provincia de Alicante); Grupo GTT, la firma que marca el camino a la digitalización de la gestión de tributos en la Administración; la empresa de helicópteros antes conocida como Inaer, que tras pasar por el holding británico Babcock ha sido adquirida por un fondo para convertirse en Avincis, y que es la mayor firma del sector en el sur de Europa; o Goldcar, la compañía de alquiler de vehículos sin conductor low cost fundada por dos hermanos de Sant Joan d'Alacant que ha acabado en manos de Volkswagen tras pasar por Europcar.
Las cuatro empresas citadas, junto con otras de menor tamaño, han cambiado de manos (incluso varias veces) en la última década, de forma que el mercado ha fijado su valor en forma de precio de compraventa: entre las cuatro suman cerca de 1.500 millones de euros, tomando como referencia la cantidad por la que se vendieron la última vez. Esta misma semana, de hecho, se han anunciado con apenas 48 horas de diferencia las ventas de Grupo GTT y del 50% del grupo (con sede en Alicante) del que forma parte Sprinter.
En el primer caso, se trata del enésimo cambio de accionista mayoritario de la firma, que aunque mantiene su sede y la mayor parte del empleo en Alicante, hace años que pertenece a fondos de inversión nacionales e internacionales. En el verano de 2020, el fondo británico AnaCap la adquirió al español GED (con cláusula de arrastre para Oquendo, que tenía una participación minoritaria) por 120 millones de euros. En solo dos años, ha sido capaz de revenderla por dos veces y media lo que pagó: 300 millones de euros, que abonará otro fondo del Reino Unido, Stirling Square.
No hay demasiada improvisación en el precio: el acuerdo se ha cerrado en base a un sencillo cálculo: el Ebitda de la compañía por un multiplicador que se ha fijado entre 15 y 20. Ni los tipos de interés han arañado valor a la firma de gestión de tributos, que en 2020 ya ofreció a su anterior propietario una importante rentabilidad en la venta a AnaCap. En cuanto a Sprinter y su grupo, el valor del 49,9% de Iberian Sports Retail Group (controlado por la portuguesa Sonae y por la familia Segarra, una de las fundadoras de Sprinter), se ha fijado en 500,1 millones de euros en la negociación entre las partes. Es decir, que la participación alicantina en el conglomerado vale unos 200 millones.
Hace apenas un año, se cerraba la venta de la empresa alicantina de helicópteros Babcock MCS España, que antes de ser adquirida por el grupo británico se llamaba Inaer, y que fue fundada como Helicópteros del Sureste por Luis Miñano, por entonces piloto, con el apoyo de sus principales clientes, Bonnysa. La venta del negocio de salvamento marítimo, transporte sanitario y prevención de incendios de Babcock en España se ha hecho esta vez 'a pérdidas', tras comprobar que la antigua Inaer no ofrecía la rentabilidad esperada. Con todo, el fondo Ancala Partners ha pagado 136 millones por ella.
El exclusivo grupo de las empresas 'de lujo' de la provincia lo completa Goldcar, que aunque se vendió en dos tiempos (primero sus fundadores traspasaron el 80% al fondo italiano Investindustrial, y luego éste se lo colocó a Europcar con arrastre para los hermanos Juan y Pedro Alcaraz), quedó valorada en su última transacción en nada menos que 550 millones de euros. Los Alcaraz vendieron primero el citado 80% por 300 millones, en 2014 (mismo año en que Babcock compró Inaer como parte del grupo Avincis por 1.100 millones), y luego su 20% restante por otros 120 millones.
