ALICANTE. No sé si el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha cometido una frivolidad al retirar ("allanamiento") al Gobierno autonómico, a la Abogacía de la Generalitat, de la causa judicial que emprendió en su día la Universidad de Elche (Universidad Miguel Hernández, UMH) contra la creación de otra Facultad de Medicina en la Universidad de Alicante a través de un recurso contencioso-administrativo ante el TSJ. Recuerden los lectores que la UMH se creó en 1996 birlándole a la UA uno de sus bienes más preciados: la Facultad de Medicina. Todo ello en medio de un brutal choque entre el entonces jefe del Consell, Eduardo Zaplana, y el entonces rector Andrés Pedro y casi todo establishment del PSOE (hubo dudas en Elche). Pedreño había firmado un manifiesto del Bloc de Progrés antes de las elecciones del 95, embaucado o sin embaucar por el socialista Joan Romero (que ahora navega más próximo entre las aguas del nacionalismo de Compromís).
Han pasado 28 años de aquello, de la segregación. Al anterior presidente de la Generalitat, Ximo Puig, le llevó su tiempo la aprobación de Medicina de Alicante ante las presiones del anterior rector Manuel Palomar y todo su entorno. Puig examinó al dedillo el coste económico de la aventura y eso le echaba para atrás. Estamos hablando de 2001/2002. Un tiempo en el que el rector de la UMH, Juan José Ruiz, lanzó un plan para a incrementar en 80 plazas las 130 existentes. Justo la oferta que existe ahora entre ambos centros. A mí me pareció una idea excelente, 2022, y así lo escribí en este periódico, en aras a racionalizar el gasto público.
También apunté que había otra opción: la reversión de Medicina a la UA para que nadie me acusara de chauvinista por eso de que resido en Elche. Habían pasado décadas y era hora de dejarse de viejas heridas, de maniobras torticeras (Zaplana) y de odios viscerales. También me preguntaba entonces, y me sigo preguntado ahora, qué provincia española de las dimensiones de Alicante contaba con dos facultades públicas de Medicina. Ninguna. Málaga tiene solo una que oferta 85 plazas.
Pero no, hay un sector del corralito político/mediático empeñado en rememorar aquella batalla ácida. En su derecho están. Y en su obligación está Carlos Mazón de explicar con pelos y señales la idea de crear un Campus Inter-Universitario de la Salud, coordinado por las dos universidades públicas de la provincia, donde cabrían las dos facultades de Medicina, Optometría, Enfermería, Fisioterapia, Ciencias del Deporte...y una posible creación de Odontología (justo ahora que el CEU-UCH acaba de inaugurar un grado en Elche). Hay que explicar bien que eso es una idea y no una ocurrencia: de momento cuenta ya cuenta con el apoyo de colegios profesionales, sindicato médico, el presidente del consejo social de la UA, Adolfo Utor, y el PP en tromba (obviamente).
La que se cierra en banda es la rectora de Alicante, Amparo Navarro, bajo la bandera político/sentimental de que no toquen ni manoseen "su" universidad. Tesis a la que se ha sumado con mucho retraso la secretaria general del PSPV-PSOE Diana Morant confundiendo el concepto de autonomía universitaria en tanto en cuanto la aprobación de titulaciones, nuevos campus y extensiones universitarias, corresponde única y exclusivamente a la Generalitat . La propuesta de Mazón no es una invasión de la autonomía universitaria, guste más o guste menos. No es un "atentado" señora Morant.
En el último examen se convocaron en España 8.772 de las plazas MIR a las que acudieron 11.000 aspirantes. Eso quiere decir que hay más de 2.000 médicos en paro, o en trabajo precario. La cifra baja porque el Estado sacó de urgencia una convocatoria para la especialidad de Medicina Familiar, 459 plazas. Sigue habiendo paro médico al que se suman los cientos y cientos de médicos jóvenes que huyen literalmente de España (a Francia, Alemania...) en busca de mejores condiciones laborales: de ahí las contrataciones de médicos procedentes del extranjero, sobre todo latinoamericanos. Las administraciones públicas se muestran muy rácanas en la contratación de nuevos profesionales: ese es el gran problemón que tenemos. En este contexto la guerrilla desatada en Alicante se me representa un tanto pueblerina, basada en lucha de poderes y con un maloliente tufo de endogamia y politiqueo.
CODA: Puigdemont ha burlado todos los mecanismos del Estado (incluidos los Mossos) para ejecutar la fantochada del pasado jueves. En vez de indignación yo prefiero tomármelo a risa so riesgo de cortarme las venas: prefiero dejármelas largas. Lo que al final va a conseguir el virrey de Waterloo es un hartazgo infinito de los españoles y de buena parte de la sociedad catalana al sectarizar su propio partido.
La creación de la Universidad Miguel Hernández de Elche implicó arrebatar a la de Alicante su facultad de Medicina, que ahora quiere recuperar. La tradicional sintonía entre el PSPV-PSOE y la entidad hacía prever que sería posible. Sin embargo, todo son escollos