BENIDORM. El representante de los empresarios hoteleros de Benidorm muestra preocupación por el aumento de inversiones del sector en la ciudad de los rascacielos. Así lo reconoció el presidente de la patronal hotelera (Hosbec), Toni Mayor, quien se hizo eco de la información que anuncia el interés de Riu Hoteles por instalarse en la zona de Poniente, en los terrenos de TM Grupo Inmobiliario. De este modo, resumió que "la borrachera turística nos puede llevar a usa resaca indeseada y peligrosa".
Pero no solo por este proyecto que aún está a la espera de que se llegue a un acuerdo entre las dos partes, si no que apunta a los diversos movimientos que hay en la ciudad en los últimos meses y que podría suponer el aumento de un 30% de la planta existente en los próximos dos años, lo que cifra en unas 13.000 camas más.
Así, recordó el proyecto de Barceló Hoteles en el antiguo Selomar, en primera línea del Paseo de Levante o el nuevo establecimiento de la cadena H10 frente al Parque de Elche, que será la primera incursión de esta cadena en Benidorm. El primero serían unas 300 camas y el segundo otras 500 más. Sin olvidar las posibles 1.000 camas que tiene el proyecto de Riu Hoteles según ha trascendido.
Además, comentó las otras posibles llegadas, con el Atrium Beach de la Vila Joiosa, aunque aun estancada por los procesos judiciales. A lo que habría que sumar además las numerosas ampliaciones que están llevando a cabo otros establecimientos, como es el caso del hotel Poseidón Playa, con unas 500 camas más, así como los numerosos Planes de Reforma Integral con la que pueden ganar en torno a unas 20 plazas cada uno de los seis que están en proceso.
Al margen de las parcelas que están buscando dueño y que a un largo plazo mayor incrementarían las plazas aún más. "Sin tener en cuenta además los bloques de viviendas al completo que se están convirtiendo en edificios de apartamentos", comentó.
Para Mayor, "la evolución de la especie hotelera" es positiva para Benidorm. Es decir, ven con buenos ojos la llegada de nuevas empresas a la ciudad, pero lo que creen que les hace peligrar es "la avaricia inversora, que puede romper el saco de la rentabilidad". El empresario se refiere así a nuevas ofertas que no sirvan para superar y complementar la oferta existente, con unas idea genérica que no aporta valor añadido a la ciudad. Al mismo tiempo, teme que la mejora de la calidad podrá perjudicar a los hoteles "fabulosos" que tiene la ciudad, pero más modestos, que podrían competir si están tocados por la varita de la ubicación.