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autor de la biografía sobre el arquitecto juan antonio garcía solera

Martín Sanz: "La obra de García Solera es tan ingente que es absolutamente sorprendente"

13/11/2018 - 

ALICANTE. Escritor y periodista, Martín Sanz publicaba en 2003 su primer libro, una semblanza sobre el cronista oficial de la provincia Vicente Ramos. Y es que, aunque haya nacido en Madrid, es un auténtico apasionado de Alicante y de ahí que gran parte de lo que escribe tenga mucho que ver con ella y con sus gentes. Entre las obras más destacadas del autor se encuentra Manuel Peláez Castillo: Compromiso y permanencia (2012), un libro en el que se habla de la figura de quien fue presidente y fundador de la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante. Otra de sus obras es La gran olvidada: Postales desde la Albufereta (2017), que trata sobre del conocido barrio alicantino del que poco se ha escrito.

Pero el protagonista de su último libro, que este lunes se presentaba en el Auditorio de la Diputación de Alicante, es el arquitecto Juan Antonio García Solera, quien a sus 94 años acumula un enorme legado artístico, entre el que se encuentra el propio edificio que acogió el evento. El libro, Testimonio de una época, recorre su trayectoria profesional pero también su faceta más personal. Una biografía con la que Martín Sanz logra hacer su particular homenaje, desde el testimonio en primera persona del propio García Solera.

El autor de la biografía sobre el arquitecto alicantino, frente a una de sus obras, el edificio Las Torres de La Albufereta.

"Han sido más de tres meses de grabaciones", detalla el autor. Unas conversaciones con el arquitecto con las que se iba desgranando y dando a conocer, poco a poco, a una persona que incluso Martín Sanz desconocía. "He descubierto muchísimo de Juan Antonio García Solera, tanto de su aspecto humano, del que yo estaba más interesado en descubrir, como del arquitectónico", afirma el escritor. "He visto un hombre con una capacidad de trabajo impresionante, con muchísimo tesón, esfuerzo y constancia", describe. "Un hombre que parece que no descansa nunca", añade, comparándolo con Vicente Ramos, el protagonista de su primer libro. "Vicente Ramos, en el ámbito de la investigación histórica, hizo más de cincuenta libros, mientras que García Solera ha construido muchísimos edificios", explica. "Son gente que se dedica en cuerpo y alma a su vocación", sentencia.

El libro, que está editado por la Diputación de Alicante, se escribe dejando fluir estas conversaciones sin un orden cronológico, sino en función de lo que el arquitecto iba destacando sobre su propia trayectoria. Un recorrido profesional cargado de obras emblemáticas, pero donde también se encuentra algún que otro vacío. "Él siempre me hablaba de una pequeña espina que tiene clavada, como es su implicación en el Plan General de Ordenación Urbana de 1969, el cuál no llegó a ejecutarse, y me hablaba también de que le hubiera gustado haber tenido una mayor presencia en el desarrollo del campus de la Universidad de Alicante en San Vicente del Raspeig", comenta el autor. Y es que, según explica, a pesar de ser un enamorado de Alicante, García Solera no comulga con el modelo de ciudad que se ha venido aplicando, al dejarse al margen el plan urbanístico en el que él mismo participó y que nunca se llegó a aplicar. De hecho, se incluye su primer artículo, publicado en el diario ABC, donde explica el modelo de ciudad que reclamaba.

Pero lo que ofrece este libro a los alicantinos es poder conocer una pequeña parte de la historia de la ciudad y de la provincia, de la mano de quien ha sido testigo de esa evolución histórica y también protagonista. "Con García Solera he descubierto un montón de obras y de edificios que yo estaba acostumbrado a ver a diario y que no tenía identificados con su autoría", explica el escritor. "Conocía lo más común de él, pero, su obra es tan ingente que es absolutamente sorprendente", añade. Habla el autor de algunos edificios de la plaza de los Luceros, del instituto Antonio José Cavanilles, de Las Torres de la Albufereta o del edificio Ulises, entre otros. Unos enclaves que no son tan reconocidos popularmente como el ADDA, pero que son igualmente destacados y relevantes en la actual fisonomía de la ciudad.

Testimonio de una época incluye además una visión íntima y personal del arquitecto a través de su archivo fotográfico personal. A través de numerosas instantáneas, se habla de su vida y de sus fuentes de inspiración. "Tiene un archivo brutal y además lo tiene minuciosamente ordenado", afirma. Con todo, Juan Antonio García Solera asegura en el libro haber dado todo lo que ha podido, tanto a la profesión en sí misma como a la ciudad. Y como bien dice Martín Sanz, "el que da todo lo que tiene, no está obligado a más". Su mayor deseo es que se le recuerde como una persona que ha dado mucho por Alicante y de esa forma se le recordará. Porque, como afirma el autor, "eso es así y ahí están sus obras para atestiguarlo".

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