ALICANTE. La Asociación de Vecinos de Gran Vía Sur de Alicante ha denunciado este lunes, a través de un comunicado, un nuevo episodio de vertidos de aguas residuales en las calles Perú, Panamá, el Parque Joan Fuster, el Barranco de las Ovejas y la Playa de San Gabriel como consecuencia de las lluvias registradas durante la madrugada del viernes. Fuentes del colectivo han apuntado que esos espacios se volvieron a "llenar de de aguas residuales fecales e industriales sin tratamiento alguno, incluyendo todo tipo de sólidos y lodos fecales, procedentes del sistema de alcantarillado unitario y de los numerosos puntos de vertido de colectores y estaciones de bombeo en esta zona sur de la ciudad".
"Como hemos repetido en numerosas ocasiones, la causa de estos vertidos es la falta de una infraestructura de saneamiento urbana adecuada a las necesidades de la ciudad, y la consecuencia es la contaminación por aguas residuales sin tratamiento tanto de nuestras calles como de nuestro litoral. Por mucho que el Ayuntamiento envíe brigadas subcontratadas de limpieza a nuestro barrio para vallar las alcantarillas levantadas, recoger las ingentes cantidades de sólidos y lodos fecales y limpiar el río de agua fecal, no consigue en absoluto tapar la vergüenza que supone tener las calles de un barrio cubiertas de dichas aguas fecales, y lo que es más grave, en la proximidad de cuatro centros escolares y de un parque tan frecuentado como es el parque Joan Fuster", añaden en el comunicado.
"Estamos hablando no solo de contaminación ambiental sino de salud pública. Y lo que sí está haciendo este Ayuntamiento, con la connivencia por pasividad de la EPSAR y de la Conselleria de Transición Ecológica, es poner en riesgo la capacidad de desagüe de la desembocadura del Barranco de las Ovejas en caso de lluvias torrenciales al verter por 6 puntos de vertido sin autorizar grandes cantidades de lodos fecales que por colmatación van reduciendo la función de este tramo del Barranco, que recordamos está situado entre dos populosos barrios, San Gabriel y Gran Vía Sur", según sostiene el colectivo vecinal.
"Además, denunciamos que, desde hace dos semanas, y con nocturnidad y alevosía, se están vertiendo a través de las conducciones de vertido de El Palmeral y Barranco de Agua Amarga frente a la EUIPO miles de metros cúbicos de aguas residuales sin tratamiento en pleno LIC marino y junto a la zona de toma de agua para consumo humano de las desaladoras Alicante I y Alicante II, y en la que vecinos y paseantes nos comunican que estos días presenta un olor y un aspecto propio de las aguas residuales. Evidentemente, esto no es una coincidencia… Resulta indignante y escandaloso que se haya presentado la Memoria de Gestión Sostenible del Ayuntamiento de Alicante señalando que es un 'ejercicio de transparencia de la contribución de la ciudad al desarrollo sostenible y una rendición de cuentas a los ciudadanos', o que 'ayuda a mejorar la estrategia sostenible de la ciudad, optimiza la gestión del cambio hacia un modelo resiliente y ayuda a la lucha contra el cambio climático', y que el Ayuntamiento cumple los estándares de calidad más exigentes de organismos internacionales", abunda el comunicado.
A juicio de la asociación vecinal, "la actitud del gobierno municipal es hipócrita, manipuladora y no es una estrategia sostenible la situación de las playas urbanas, de las dársenas portuarias y del litoral costero de la ciudad cuando: el Instituto Ecológico Litoral dice que el estado ecológico de las aguas litorales de Alicante es malo por los altísimos niveles de contaminación orgánica, química y bacteriológica procedente de unas instalaciones de saneamiento, depuración y tratamiento cuyo titular es el Ayuntamiento. La Universidad de Alicante en un informe específico determina que estas instalaciones son las causantes del grave deterioro medioambiental que sufren los hábitats, la biodiversidad marina y la calidad de las aguas de las playas urbanas de la ciudad", añade.
Además, el colectivo apunta que "la Autoridad Portuaria de Alicante expresa en otro informe que las dársenas portuarias están sufriendo una crónica contaminación por lodos fecales procedentes de estas mismas instalaciones de saneamiento, que supone graves daños en buques y gastos en dragados. La Generalitat Valenciana, a través de su Servicio de Protección de Recursos Pesqueros, dictamina el perjuicio a los intereses económicos de la flota que opera en la Bahía de Alicante debido al deterioro y destrucción de las praderas de posidonia oceánica, hábitat prioritario y protegido para el desarrollo de las especies marinas, por los vertidos de las mencionadas instalaciones".
Por último, la asociación asegura que "el Ministerio de Transición Ecológica acredita el grave daño y las afecciones ambientales producidos por las instalaciones de saneamiento y depuración de la ciudad sobre el espacio marino protegido LIC Tabarca. Desde esta asociación nos preguntamos si ante la situación descrita por las instituciones mencionadas en informes oficiales el Ayuntamiento puede hablar de 'estrategia sostenible para la ciudad' y de 'cumplimiento de los ODS de la Agenda Alicante 2030' cuando desde hace 25 años se vierten miles de toneladas de aguas residuales fuera de la legalidad al no cumplir la normativa ambiental exigible. Y por enésima vez reclamamos de forma inmediata las inversiones necesarias en la EDAR Rincón de León, las estaciones de bombeo de San Gabriel, El Palmeral, Cros y EUIPO; en el colector sur y en la construcción de red separativa en las calles afectadas por los vertidos urbanos", concluye el comunicado.
Por lo pronto, el Ayuntamiento de Alicante ya ha encomendado a Aguas Municipalizadas de Alicante la licitación, contratación y ejecución de las obras de desdoblamiento de la Estación de Bombero de Aguas Residuales de San Gabriel y doblar la capacidad de la depuradora de Rincón de león, poniendo en marcha los digestores 3 y 4, e implantando un sistema de minimización de olores, valoradas en 3,7 millones euros. Estas obras reducirán la posibilidad de desbordamiento en la zona baja de San Gabriel donde termina el colector general en casos de lluvias torrenciales, según concretaron municipales al adoptarse el acuerdo.