ALICANTE. La propuesta formulada por los empresarios del ocio y la hostelería para instalar toldos absorbentes del ruido en las calles peatonales del Centro Tradicional vuelve a generar el rechazo de los residentes. Portavoces de la Asociación de Vecinos que los representa desestimaron la posibilidad de que su colocación al considerar que cubrir la vía pública a la vista de los residentes de las viviendas del entorno podría generar un problema de seguridad ciudadana.
Como ha informado este diario, los hosteleros propusieron al nuevo edil de Ocupación de Vía Pública, el popular Manuel Jiménez, a principios de agosto la posibilidad de desarrollar una prueba piloto sobre ese nuevo sistema que ya se ha ensayado en otras ciudades como Málaga con el propósito de evaluar si, realmente, resulta efectivo para reducir hasta en 20 decibelios la propagación de ruido generado por los clientes congregados en torno a los veladores.
Según los hosteleros, como mínimo, Jiménez se mostró receptivo y se comprometió a someter la propuesta a estudio tras evaluarla con los técnicos de la concejalía, con el resto del equipo de Gobierno y con los vecinos. De hecho, el regidor dio traslado de la propuesta que le habían formulado los hosteleros a los representantes de los vecinos durante un encuentro informal.
No obstante, este viernes, la asociación de residentes lamentó no haber tenido constancia de esa cita con los hosteleros de manera oficial y emplazó al equipo de Gobierno -el bipartito compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs)- y al propio Jiménez a centrar su labor en el estudio y cumplimiento de la normativa municipal, antes de mantener ninguna reunión unilateral con los hosteleros. En esta línea, instaron al edil de Ocupación de Vía Pública a mantener reuniones con las concejalías de Urbanismo, Sanidad y Hacienda para llevar a cabo una revisión de la situación de los veladores instalados en el entorno de la calle Castaños.
Así, según precisaron, Jiménez podría tener conocimiento sobre "el estado en el que se encuentran las licencias de actividad y los expedientes de infracción incoados a algunos de los locales de restauración", podría controlar el cumplimiento de medidas sanitarias de los locales y podría valorar si "los 4,16 euros que cobra el Ayuntamiento por metro cuadrado de ocupación de terraza, le es rentable al municipio frente a la cantidad de gastos que generan" en cuestiones como el servicio de limpieza, vigilancia o alumbrado.
Por último, los residentes se felicitaron de que "el aviso de gota fría" haya permitido "a todos los ciudadanos visualizar una ciudad distinta; la calle limpia de obstáculos para los peatones, espacio para el tránsito de los carritos de bebé y personas con movilidad reducida; y los comedores de los locales de restauración han seguido desarrollando su normal actividad en el interior de los mismos". "Todos contentos", concluyeron, a través de un comunicado.