ALICANTE. En el césped la cosa marcha, pero en los despachos se vuelve a atascar o, directamente, sigue atascada. Los problemas de liquidez del Intercity continúan, algo de lo que son reflejo las deudas con la Agencia Tributaria y la Tesorería (que están llevando a la Real Federación Española de Fútbol a denegarle la obtención de las ayudas que solicita), el que la obra del nuevo campo de entrenamiento no se haya conseguido terminar aún (faltan las redes perimetrales, además de las casetas para utilería) y, especialmente, los impagos a proveedores y trabajadores.
Estos últimos, sin ir más lejos, cobraron hace dos semanas la nómina correspondiente al mes de julio, es decir, que a día de hoy se les adeudan las de los meses de agosto y septiembre.
A preguntas de Alicante Plaza, desde el club puntualizan que "los jugadores ya fueron informados en verano de que hasta diciembre la situación no se regularizaría", al tiempo que explican que todo responde "al prolijo proceso que se inició en julio", para poder encajar el acuerdo por 11 millones de euros con Alpha Blue Ocean (ABO). Como también ha venido contando este medio, el Intercity dio entonces el pistoletazo de salida a una operación acordeón de la que en agosto se completó la primera parte, la de reducción de capital, pero todavía no se ha podido hacer lo propio con la segunda, la de aumento. La entidad confirmó a finales de agosto, por medio del correspondiente anuncio en el Boletín Oficial del Registro Mercantil, que la primera se había llevado a término de conformidad con lo acordado por los accionistas en el transcurso de una Junta General Extraordinaria celebrada un mes antes, pero aún no ha ocurrido así con la segunda, entre los plazos legales a respetar, el tiempo que exige que el auditor se pronuncie... El aumento de capital por más de 10 millones de euros que tiene que permitir, al calor del artículo 508 de la Ley de Sociedades de Capital, ir poniendo mensualmente en manos de ABO paquetes de 500.000 euros en acciones no se ha completado aún y de ahí la falta de liquidez. Desde el Intercity vienen a explicar que, apoyándose en el citado precepto, han optado esta vez por una vía distinta a aquella que empleaban hasta julio para materializar el auxilio financiero de ABO (sus bonos convertibles en acciones), algo que retrasa que el mismo (con base al acuerdo firmado en junio) se haga realidad, pero asegura más agilidad a medio plazo (que no sean necesarios casi dos meses para hacer efectivo cada empujón económico, en la forma de paquete de acciones de 500.000 euros).
La entidad presidida por Salvador Martí y que tiene como vicepresidente deportivo a Juanfran Torres espera abonar "en las próximas semanas una nómina y media" y repetir lo anterior en diciembre, de tal forma que a lo largo de enero todos los trabajadores (jugadores de la primera plantilla, integrantes del 'staff' técnico, además de empleados de otros departamentos y los entrenadores de la base) estarán al día en cuanto al cobro de sus emolumentos fijos. Otra cosa será lo que les corresponde percibir por objetivos, tanto a algunos de los actuales trabajadores como a anteriores; entre este segundo grupo se encuentran algunos exfutbolistas y extécnicos, a los que además de primas también se les adeuda alguna nómina, situación esta última en la que también se encuentran entrenadores del fútbol base en la temporada pasada e incluso jugadoras del fútbol femenino.
Las nóminas con sus correspondientes impuestos de la primera plantilla y cuerpo técnico representan esta temporada una carga mensual de 150.000 euros. Por su parte, las inyecciones de ABO ascienden a 500.000 euros mensuales (si se ponen las acciones a su disposición mes a mes, cosa que aún no se ha podido hacer). Los números salen, pero por ahora solo sobre el papel.
Acuerdos como el citado sirven para inyectar capital en una categoría deficitaria como la Primera Federación, pero tienen su efecto sobre las acciones. El Intercity es la primera Sociedad Anónima Deportiva española en cotizar en Bolsa, concretamente en el Mercado Alternativo Bursátil. Lo hace desde hace casi dos años en los que el valor de sus títulos se ha desplomado desde los 2 euros que llegó a alcanzar a los dos días de debutar en el parqué a los 0,15 euros que valían al cierre de la sesión de este martes.
La falta de liquidez la sufren en su bolsillo los trabajadores, pero también los proveedores del club y la Administración (el convenio con Hacienda para el pago aplazado de los 500.000 euros que se le adeudan no se puede firmar porque el fisco exige un 10% de la deuda por adelantando y ahora mismo no se dispone de esa cantidad). Además, las piernas de los futbolistas que entrena Alejandro Sandroni también se ven afectadas por no poder hacer uso del campo de entrenamiento de Bonalba, sobre el que, por cierto, el Ayuntamiento de Mutxamel retiró del orden del día del pleno la denegación de licencia por entender que no era competente. Así lo aseguraban este martes desde el consistorio.