Los 29 ediles de la corporación municipal de Alicante, en el salón de plenos.ALICANTE. Los concejales electos que forman parte de la corporación municipal de Alicante celebraron este jueves una comida de hermandad a modo de despedida del mandato, al término del último pleno ordinario antes de que se celebren las próximas elecciones del 26 de mayo.
Se trata de una cita distendida que ya se organizó a la conclusión del mandato precedente, en 2015. En esta ocasión, los concejales se reunieron en un céntrico restaurante de Alicante, la Casona Alicantina, situado en la calle Mayor, a cien metros del Ayuntamiento.
El ágape se organizó con un menú de 25 euros (precio cerrado) pagado 'a escote' por cada concejal. Los asistentes pudieron degustar entrantes (ensalada, calamares,...), un plato a elegir de arroz, pescado o carne, postre y café. Y para beber cerveza, vino y agua.
Eso sí, no todos los regidores se sentaron en torno a la misma mesa. Excusaron su inasistencia Mari Ángeles Goitia (PP), María José Espuch (Compromís) y Julia Angulo (Guanyar). Solo Espuch repite en la lista electoral de su partido.
En la cita, hubo cordialidad y algún chiste, según varios de los asistentes. Con todo, no será la última ocasión en la que los 29 concejales deben conjurarse en el salón de plenos, ya que el 30 de abril ya está convocado el pleno extraordinario para el sorteo de los componentes de las meses electorales de las municipales del 26 de mayo. Y el equipo de Gobierno, del PP, todavía baraja la posibilidad de convocar otra sesión para aprobar la primera modificación de crédito del presupuesto ordinario de 2019, con el propósito de poder licitar la contratación de algunas de las inversiones sostenibles a financiar con el remanente del presupuesto de 2018.
Por lo pronto, el alcalde, Luis Barcala (PP), cerró la sesión ordinaria de este jueves con unas palabras de agradecimiento a todos los concejales que han desempeñado el cargo a lo largo de este mandato por el trabajo de servicio público realizado.
