ELCHE. Hace unos días desde la concejalía de Juventud se anunciaba la reapertura de las salas de estudio municipales, hasta ahora cerradas por la pandemia, y que había generado ya quejas por redes sociales por parte de estudiantes que solicitaban su apertura. Sin embargo, ha coincidido en el tiempo esta reapertura de las salas (de momento en El Pla, Polivalente de Carrús, Altabix, La Marina y El Altet) con el fin de las actividades en los centros juveniles de las pedanías porque las venía realizando una empresa que finaliza su relación contractual con el Ayuntamiento este mes.
Una situación que ha generado quejas, tanto en redes sociales, como por parte de madres y padres al enterarse de que los centros juveniles quedarán técnicamente cerrados ahora. Por parte de la concejalía se contestaba a estas quejas que no se cierra sino que se va a cambiar el modelo: "En estos espacios se seguirán realizando talleres y programando actividades, pero su dinamización y disposición al público no será la misma hasta el año que viene, pues estamos trabajando para adecuar estos espacios y su funcionamiento a las necesidades actuales de los/las jóvenes del municipio".
En efecto, según ha podido saber este medio, habrá talleres, los que se programen durante algunas horas a la semana, pero únicamente se abrirán las instalaciones para la impartición de estos talleres. El resto del tiempo, estarán cerrados. Hasta ahora, era una contrata la que tenía asalariados a monitores y eran ellos quienes estaban en los centros juveniles durante la tarde o varias horas al día con distintas actividades sociales y de ocio para la juventud del Camp d'Elx.
Al tiempo, la propia concejalía va a licitar de nuevo el servicio a través de un contrato menor para que los centros juveniles vuelvan a abrir pronto y tener actividad más allá de talleres puntuales. Lo que puede significar varios meses entre redacción del proyecto, proceso de contratación y adjudicación final. De ahí que desde Juventud se respondiera a las quejas que volverán a reabrirse en 2022. En cualquier caso, como subyace con la situación, no ha habido previsión suficiente para la elaboración de un nuevo pliego o licitación que permitiera renovar el servicio una vez expirado el actual contrato. Una situación que precisamente llega ahora con el final de la mayoría de las restricciones y la recuperación de la vida social, con un colectivo, el de los jóvenes, que ha sido de los más afectados con el confinamiento y el cierre del ocio o las actividades culturales.
Tampoco es la primera vez que en el Ayuntamiento ocurre una de estas situaciones en las que se deja de prestar un servicio por el desfase entre el fin de un contrato y la licitación siguiente. El caso reciente más paradigmático es el de los servicios de guía en los museos municipales, adjudicado a finales del año pasado después de que expirara el servicio en octubre de 2018; la legislatura pasada.