Lo Nuestro: Vélez llega a Fuerteventura fusionando Mediterráneo y Atlántico con su sello alicantino

ALICANTE. La chef Mari Carmen Vélez, del restaurante La Sirena, en Petrer, lleva su cocina mediterránea hasta el océano Atlántico abriendo un nuevo establecimiento en la isla canaria de Fuerteventura, en la localidad de Morro Jable, en marcha desde el 30 de julio. Lo Nuestro es el nombre de este restaurante que fusiona la cocina alicantina y la atlántica con toques de cocina creativa y dando protagonismo a la materia prima local.

“Allí se vive de otra manera, de forma más tranquila”, afirmaba este martes, 6 de septiembre, durante la presentación a la prensa del galardón Gastro Cinema que recibirá este mes en el transcurso de la cuarta edición del festival alicantino. La chef desgranó los motivos que le han llevado a trasladarse allí para abrir el segundo establecimiento que gestiona, junto con La Sirena, el cual asegura que no abandonará tras esta apertura. “Me llena de alegría llevar a la realidad nuevos proyectos”, afirmaba.

La pandemia obligó a Vélez a cerrar su restaurante en Petrer debido a las restricciones. Una situación que aprovechó para viajar y descansar, lo que le llevó a Fuerteventura, donde se ha trasladado desde la infancia en multitud de ocasiones. Allí, en uno de sus destinos favoritos, Morro Jable, surgió la oportunidad de abrir un restaurante junto a Rigoberto Almeida, su nuevo socio. Ambos gestionan ahora este nuevo establecimiento que cuenta con cien metros de sala y una gran terraza con vistas al mar y al faro.

“Paellas y cocina creativa” es el eslogan con el que resumen su modus operandi, por la facilidad que aporta para trasladar la idea al turismo extranjero. Sin embargo, la prestigiosa cocinera asegura que lo que allí se hace es arroz alicantino. “Tienen una enorme aceptación entre el público”, confirma, al tiempo que asegura que “hasta los propios valencianos se han arrodillado ante la calidad de los arroces alicantinos”. Una cocina que mezcla de forma original con la materia prima local, propia del océano Atlántico, y con los toques creativos de la cocina caribeña.

“Voy y vengo, porque no abandonaré La Sirena”, insistía, afirmando que en este mes en el que han estado abiertos al público ya han percibido una “muy buena respuesta”. Y es que, según describe, la cocina mediterránea tiene muchas cualidades, pero también la cocina autóctona, por lo que la mezcla está resultando todo un éxito. “Parece que vuelve la ilusión y el interés por recuperar la cocina tradicional de siempre”, sentenciaba.