VALÈNCIA. La compra de compañías tecnológicas por parte de corporates y startups para seguir creciendo es una tendencia al alza tras la pandemia. La necesidad de digitalización, la falta de talento para continuar con los desarrollos y un mercado donde la tecnología evoluciona cada vez más rápido han llevado a agilizar las adquisiciones, también en la Comunitat Valenciana. La autonomía se ha convertido en caldo de cultivo de tecnológicas objeto de deseo, una forma rápida de crecer, innovar y transformar empresas.
Sngular adquiría a finales de 2022 la empresa valenciana especializada en desarrollo de software Belike, que aportaba al grupo dos millones de euros de facturación y 40 personas en plantilla. Especializada en el desarrollo de soluciones innovadoras para sectores como el energético, inmobiliario y el logístico portuario, fue adquirida por la compañía extremeña, que tras desembarcar en el BME Growth inició un plan de adquisiciones para incorporar talento tecnológico y soluciones innovadoras en tecnología.
Fue también el pasado año cuando la compañía tecnológica noruega Visma compraba la plataforma para freelances castellonense Declarando, en la que se trataba de su segunda operación en España en menos de un año, tras haber adquirido Holded por 190 millones de euros. La plataforma, que ayuda a los 'freelance' a gestionar su contabilidad y el pago de impuestos, fue fundada en 2016 por Marta Zaragozá, Juanjo Traver y Vicente Solsona, y ahora forma parte de la compañía con sede en Oslo dedicada al software comercial.
"Estamos viendo el resultado de un cambio que se produjo hace unos años, cuando las grandes corporaciones eran las únicas que invertían en I+D", explica Javier Bustillo, socio del departamento de mercantil de Andersen. "Cuando se abaratan los costes de la computación, cualquiera desde su garaje puede innovar, las empresas reducen mucho su porcentaje de inversión en I+D y empiezan a destinar dinero para adquisiciones", señala. Una estrategia en busca de productos que ya están en el mercado y que evitan tener que probar desde cero. "A veces se compra a valoraciones que la gente no entiende, pero en realidad se lo ahorran en innovación", reconoce.
Por ejemplo, la valenciana Voicemod compró a la compañía catalana Voctro Labs, dedicada a la tecnología musical y a la inteligencia artificial y spin-off del Grupo de Tecnología Musical de la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona). Con su colaboración, lanzaron las primeras voces generadas con inteligencia artificial en septiembre de 2022, con un fuerte éxito entre sus usuarios. Su tecnología permite cantar en tiempo real con la voz de otro cantante.
Llegó la pandemia y con ello, la fiebre por la digitalización. Joaquín Durán, managing partner de BlueBull -banco de inversión especializado en fusiones y adquisiciones de compañías tecnológicas y de alto crecimiento- recuerda que a mitad de 2020 se ve claramente que la tecnología es uno de los sectores que más potencial tiene y, con la pandemia, se piensa que todo se va a volver digital y va a ir al canal online. Una situación que disparó las valoraciones, que ahora han pasado a normalizarse con un descenso de las operaciones. "En 2021 y 2022 había muchas empresas interesadas en captar producto y se dieron muchas compras".
Hace escasos meses Renting Finders, el marketplace de renting de vehículos online en España y Portugal, adquiría la valenciana Swipcar a la compañía Cazoo, cotizada en la Bolsa de Nueva York. Una operación para consolidar su posición como proveedor líder de servicios de leasing y renting online en el sur de Europa y acelerar su expansión a nuevos mercados. "Se trata de acelerar el proceso de incorporar algún tipo de tecnología que te interesa. Hay compañías grandes invirtiendo, tomando una participación en un sector concreto o scale ups que compran compañías para crecer", señala Juan Manuel Pérez, socio de Aktion Legal.
Entre las operaciones cerradas en el último año también se encuentra la compra de Lucera, empresa valenciana comercializadora de luz y gas, por parte del grupo de telecomunicaciones MásMóvil o la adquisición de Dekalabs, compañía de desarrollo de software de referencia en el sector de las criptomonedas, Web3 y Blockchain en España, por parte de la ilicitana Bit2me, compañía en la que a su vez entraba Telefónica.
La falta de talento tecnológico en el mercado es otra de las cuestiones por las que se realizan este tipo de adquisiciones. Los corporates compran compañías para incorporar talento. Adquieren a los ingenieros y el equipo, que sepa mucho de una disciplina y sumas personal o know how para seguir escalando la empresa. "Se trata de comprar una empresa para contratar. A veces, incluso hay compañías que se compran que no han testado el mercado, pero el equipo es tan bueno que lo compras", explica Bustillo, de Andersen.
En todo caso, se esperan que las compras continúen. En primer lugar porque, dado que a algunas empresas se están quedando sin liquidez por la situación, se ven abocadas a la venta, por lo que se verán startups comprando más de lo habitual. "También habrá compañías y cotizadas que han visto cómo sus previsiones de crecimiento bajaban un poco y hay mucha presión de dar resultados, por lo que se verá bastante crecimiento inorgánico", explica Joaquín Durán, de BlueBull.