Es la única obra de la temporada que permanecerá dos semanas en El Teatre Principal de València
VALÈNCIA. Júlia da el salto del papel al escenario. La emblemática novela de Isabel-Clara Simó, considerada un clásico de la literatura valenciana contemporánea, se estrena en el Teatre Principal el 19 de noviembre. La Dependent ha sido la compañía que ha realizado la primera versión teatral de la obra, cuyos derechos fueron adquiridos en el año 2020. La adaptación del texto para la escena y la dirección del espectáculo son de Gemma Miralles, quien asegura que ha intentado mantener la esencia de la novela en cada una de las escenas representadas: "Todos hemos leído alguna vez Júlia. Cuenta la historia de un personaje con un trasfondo increíble y que tiene muchas aristas. Para mí el reto estaba en poder mostrar su complejidad y que su historia calara tanto como lo hace a través de las palabras de Clara-Simó'.
La protagonista, interpretada por Gloria Román, se ve acompañada durante toda la representación por otros 10 personajes, que dan fuerza al relato y acompañan a Júlia a lo largo del proceso de tomas de decisiones que marcarán su futuro: "Lo mejor ha sido la compenetración que he sentido con mis compañeros", declara Román: "Al final son quienes intervienen sobre Júlia y siento que mi personaje se ve muy guiada gracias a ellos, son quienes empujan su evolución". Para Román lo más complicado de dar vida al personaje es tener que enfrentarse a estas decisiones que dictan su futuro: "Hay escenas en las que me quedo totalmente traspuesta, y en las que las decisiones de mi personaje son realmente dolorosas. Las puedo comprender, pero algunas me revuelven el estómago".
Para Miralles fue una grata sorpresa poder adaptar "una novela emblemática en el imaginario valenciano" y que personalmente había supuesto siempre un referente: "He intentado mantener las emociones y las raíces de la novela, y sobre todo darle a Júlia la complejidad que merece, mostrándola como una mujer única y valiente". Para ello en la representación cuenta con una "puesta en escena muy simple", con pocos elementos en el espacio con motivo de dar importancia a los personajes. Otro de los elementos a considerar era el de la representación del nacionalismo en la obra. Para llevarlo a escena, Miralles ha contado con la música y banda sonora de Rafael Arnal: "Gracias a la música hemos conseguido reflejar el nacionalismo de la autora sin apretarlo. Lo hemos hecho sin hacer nada muy exagerado y sin elevar ninguna bandera. Gracias a la música hemos podido hacer que cale a través de la emoción y no necesariamente desde la ideología".
En sus dos horas y diez minutos de duración (sin intermedios) los actores son los encargados de empoderar la escena. Joanfran Rozalén, productor de la compañía La Dependent, considera que cuenta con un gran dinamismo, que "no deja respirar al espectador" y consigue que el espectador se sienta atrapado por la historia y se sitúe constantemente en el momento histórico de la historia: "El escenógrafo Edu Moreno, ha hecho una matización excelente en la transición entre dos siglos, la síntesis del espacio escénico ha sido clave para expresar esto". Román percibe que elementos como la musicalidad y el movimiento de los actores por la escena son los encargados de mantener la atención del espectador en todo momento: "Hay magia en la química del equipo, se sienten chispas en el aire e impresiona ver como nos compenetramos. En este montaje todos hemos dado lo mejor de nosotros mismos".
Roberto García, director adjunto de Artes Escénicas del IVC, contempla que este es un gran paso hacia la normalización de la presencia de compañías valencianas en el Teatro Principal: "En el pasado este era prácticamente un espacio vetado para las compañías valencianas, y aún más para propuestas textuales en valenciano. A día de hoy compañías de teatro y danza han exhibido aquí sus obras e incluso han estrenado sus propuestas". Para García esto supone un impulso para la normalización, y el estreno de Júlia de Isabel Clara-Simó es sin duda un logro en este aspecto.
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