SALVADOS POR LA EMPRESA ACTIU

La segunda vida de varios olivos y un madroño centenarios salvados de la tala

21/03/2022 - 

CASTALLA (EFE).  Un viejo madroño de 650 años y una decena de olivos de más de dos siglos disfrutan de una plácida segunda vida en Castalla tras ser rescatados de una tala inminente a consecuencia de la construcción de un pantano o de una nueva carretera.

Su salvación ha sido posible por el compromiso de una de las principales empresas europeas de muebles de oficina, la española Actiu, que cree firmemente en la defensa del patrimonio natural y en el beneficio de un entorno verde en el ámbito laboral a beneficio del equilibrio mental de los empleados.

Así lo ha relatado a EFE la responsable de Reputación de Marca de Actiu y una de las hijas del fundador, Soledat Berbegal, coincidiendo con el día mundial del árbol este lunes, 21 de abril, acerca de este singular "centro de acogida de árboles centenarios" al aire libre erigido su compañía en la sede de Castalla, donde dos terceras partes de las 20 hectáreas que ocupa son zonas verdes con más de 3.600 ejemplares.

De todos ellos, destacan una decena de olivos de más de 230 años rescatados en 2004 y 2005 antes de su inminente tala en la cercana sierra del Maigmó por las obras de la autovía A7 (Alicante-Alcoy), los cuales encarnan el "sentimiento especial" de Actiu por lo verde. Pero sin lugar a dudas el 'abuelo' de todos los árboles es un madroño de 650 años que iba a perecer bajo las aguas de un pantano en construcción en Córdoba.

Una parte de este viejo y enorme madroño se ha secado pero otra mitad ha logrado sobrevivir y constituye la metáfora de que "donde hay muerte también hay vida".

"Estos árboles iban a ser talados para construir autovías o carreteras", ha explicado Berbegal, quien ha proseguido que "es algo que ocurre cada día y cada vez son más las empresas y profesionales sensibles a esta cuestión que, junto a muchas ONG y organizaciones, deciden intervenir de antemano".

Hay muchos más árboles históricos en las 20 hectáreas del recinto, como carrascas de alto valor ecológico con más de 80 años, pinos mediterráneos, cipreses, palmeras, así como miles de arbustos y pequeñas plantas aromáticas típicas de la zona.

El rescate de estos ejemplares tan antiguos es laborioso y minucioso, y requiere una inversión en torno a los 4.000 euros por unidad entre la extracción, el transporte en camión pluma y el trasplante por parte de personal cualificado en jardinería y biología.

Berbegal ha insistido en que este amor por los árboles es la consecuencia de la filosofía de la empresa para crear un entorno de trabajo que apueste por el bienestar y la sostenibilidad en la línea del diseño 'biofílico' (amor a la vida y a lo vivo).

En este contexto, los árboles han sido dispuestos en la fábrica para que la relajante visión de sus ramas y hojas ayuden a desconectar y a relajar la mente, favoreciendo su salud mental y empujando la creatividad.

Esta apuesta tiene recompensa más allá de lo inmediato porque en la 'batalla' por contratos internacionales con otros competidores, además del trabajo diario, el producto y las certificaciones cada vez más se valora el "plus de conocer qué hace la empresa aspirante a favor de su territorio, de su comunidad y por el planeta", según Soledat Berbegal.

Actiu es una empresa familiar de segunda generación que, fundada en 1954 por Vicent Berbegal y actualmente con 450 empleados, prevé facturar este año 85 millones de euros exportando sillas, mesas y armarios de diseño a 90 países.

Frente a la tendencia de principios de los 2000 de deslocalizar la producción, apostó por el territorio manteniendo toda la fabricación en un radio de 20 kilómetros en torno a Castalla valiéndose del 'know-how' de las auxiliares de plásticos, tapizados y aluminio que se acaban de quedar sin pedidos de la menguante industria del juguete

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