Análisis ap - modificaciones del nuevo presupuesto

Las estrategias de las cuentas de Alicante: ¿cederá el PP ante el pacto Cs-PSOE o será fiel a Vox?

17/02/2021 - 

ALICANTE. Segundo presupuesto conseguido para PP y Cs. Los dos socios aliados en la gestión del Ayuntamiento de Alicante aprobaron este martes las previsiones económicas para 2021 por un importe de 274 millones que, según defendieron los representantes del propio bipartito, están centrados en dar respuesta a la crisis generada por la pandemia del coronavirus. Con todo, lo cierto es que, como ya ha informado este diario, entre los 17,9 millones que se dedicarán a inversiones, no se incluyen la mayor parte de las medidas pactadas en el seno de la comisión de la reconstrucción, con las aportaciones formuladas por entidades sociales, asociaciones empresariales y colegios profesionales. Algunas quedan reflejadas con una partida para la redacción de proyectos; otras se contemplan con una consignación simbólica de un euro; y otras sencillamente no aparecen, al quedar supeditadas a la incorporación de los remanentes o a la llegada de los fondos europeos de la reconstrucción.

Los portavoces de Unides Podem, Xavier López, y de Compromís, Natxo Bellido, se afanaron en subrayar la ausencia de las medidas pactadas en julio durante las intervenciones en las que defenderieron su voto contra la propuesta presupuestaria del bipartito. Y de algún modo, esa exclusión también quedó admitida por la propia edil de Hacienda, Lidia López, cuando señaló que las cuentas "son un punto de partida". Es más, confirmó que en los próximos meses se tendrán que aprobar modificaciones de crédito para introducir variaciones, como las cuatro que ya se tuvieron que aplicar sobre el presupuesto de 2020. 

La clave ahora, al margen del momento en el que las cuentas puedan entrar en vigor tras el retraso de 2020 (PP y Cs emplazaron a la oposición a no formular alegaciones para que pudiesen ejecutarse cuanto antes), es desentrañar qué tipo de cambios contables se van a introducir en los sucesivo. No parece que en el seno del bipartito vaya a existir debate respecto a la incorporación de partidas para impulsar las medidas reflejadas en el dictamen de la comisión de la recuperación que hasta ahora no cuentan con fondos (o no disponen de importes suficientes). 

No obstante, sí podría existir algún tipo de discrepancia a la hora de tener en cuenta las reivindicaciones formuladas por el PSOE en el acuerdo suscrito con los representantes de Cs, el pasado diciembre. En esencia, porque algunas de esas medidas planteadas por los socialistas tratan de revertir los recortes aplicados a instancias de las peticiones de Vox en las áreas de Igualdad y Cooperación, por ejemplo. 

El dilema que se resolverá en ese momento es si Cs tendrá la capacidad suficiente como para forzar al PP a incorporar los planteamientos del PSOE en detrimento de los postulados de Vox, en un contexto que se ha visto salpicado por los resultados deparados en las elecciones catalanas del 14-F. Nadie puede sostener que esa cita con las urnas -en la que Cs ha perdido 30 diputados y Vox ha obtenido sus primeros 11 representantes en el parlament-, vaya a tener consecuencias a corto plazo sobre la estabilidad del pacto de gobierno entre PP y Cs en la segunda ciudad en peso demográfico de la Comunitat Valenciana. Tampoco que vaya a tener un reflejo en las sucesivas elecciones que puedan celebrarse de aquí a que toque renovar los gobiernos municipales, dentro de dos años. 

Sin embargo, sí podría motivar una reflexión del PP sobre las posibles alianzas que pueda necesitar en el horizonte de las municipales de 2023. ¿Les convendrá a los populares contrariar a los representantes de Vox cuando los números pueden convertirlos en futuros socios? ¿Estaría dispuesto Cs a romper con el PP para formar otro gobierno con el PSOE en el ecuador del mandato en caso de que no se tuviese en cuenta su posición? 

De momento, Vox ya ha avisado que no está dispuesto a aceptar que se dé un paso atrás respecto a las medidas que consiguieron introducir en la planificación contable del bipartito y todavía quedan dos años de mandato (con sus respectivos presupuestos) por delante en los que los dos votos de los ediles de Vox van a seguir resultado determinantes para decantar mayorías. 

En todo caso, como pronto, la respuesta a la encrucijada del PP no se conocerá previsiblemente hasta el mes de abril, cuando se haya liquidado las cuentas de 2020 y se pueda incorporar el remanente al presupuesto de este año. Por ahora, todo parece indicar que el PP podría buscar el equilibrio entre las dos opciones para no cerrarse ninguna puerta.

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