ALICANTE. Las que hasta el pasado 2017 eran las dos sicavs controladas por la familia ilicitana Perán Bazán (propietaria de la firma de calzado Pikolinos), y que el clan de empresarios del calzado abandonó en abril de ese año ante las dudas legislativas para buscar otros vehículos de inversión, ya son una sola: Syriane Capital ha culminado la absorción de Fly Robin, para converger en una sola sociedad de inversión colectiva 'abierta': en lugar de tener un accionista de referencia y muchos pequeños (al menos, 100, como marca la ley), como sucedía cuando las controlaban los Perán, la nueva sicav es un vehículo para invertir varios pequeños patrimonios de Elche.
El Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) de Alicante publica este martes la fusión por absorción de las dos sicavs, un proceso que adelantó Alicante Plaza el pasado mes de octubre, y la extinción de la segunda. Al cierre del tercer trimestre de 2018, cuando la CNMV autorizó la operación de fusión, Fly Robin tenía un patrimonio de 3,55 millones de euros de 108 accionistas. Tras la operación, la sociedad absorbente, Syriane, cerró el pasado ejercicio con un patrimonio de 27,7 millones de euros, con 104 accionistas. Más de cinco millones más que al cierre del semestre anterior (22,2 millones), según el informe semestral remitido al regulador.
Las dos sicavs ilicitanas que ahora se han fusionado, gestionadas por la agencia de valores ilicitana Gesem AV, seguían una política de inversión similar, ya que se han utilizado como vehículo para invertir, sobre todo, patrimonios inferiores a 300.000 euros. Así, no tenía sentido mantener dos sociedades diferenciadas para una misma política de inversiones, y se optó por la fusión, que ya se ha culminado. El Borme publica asimismo la reelección de cargos en el consejo de la nueva sicav abierta: Juan Carlos Caruana, socio de Gesem, sigue como presidente de un órgano de administración formado por tres personas (todos ellos con funciones de consejero delegado). Al presidente se suman Manuel Cabeza y Olga Maestre, según la inscripción en el boletín.
Tal como desveló este periódico en abril de 2017, los dueños de Pikolinos (Juan Perán, su esposa Rosario Bazán, y sus hijos Carolina, Rosana y Juan Manuel Péran) abandonaron estas dos sicavs ante la incertidumbre sobre el futuro de estos vehículos de inversión: dejaron los consejos de administración de las dos sicavs, que hasta entonces formaban en exclusiva, y retiraron sus inversiones. En lugar de cerrarlas, las dos sicavs siguieron vivas pero con otros accionistas de referencia, tal como publicaba este diario entonces. La salida de los Perán motivó también un cambio de nombre en las sociedades: FPB Invest se convirtió en Fly Robin, y Rosjucar Inversiones en Syriane Capital, que ahora ha absorbido a la primera.