ELCHE. "El mercado está desordenado", decía hace unos días de forma casi eufemística el ministro de Sanidad, Salvador Illa, refiriéndose a la complicada situación de adquirir material sanitario y productos de higiene para poder abastecer al personal sanitario en los hospitales del país, situación que se repite prácticamente en media Europa. Una coyuntura que están viviendo en primera línea las compañías que se encargan de distribuir este material y abastecer a sus clientes, generalmente de todos los sectores, pero ahora específicamente de lo que más urge: sanidad, residencias, centros de salud y sus subcontratas de limpieza. Desde Elche Comercial Minaya y desde Alicante Comercial Luque, veteranas del sector, son dos ejemplos de esa brega diaria para poder abastecer sectores claves en la contención de la pandemia.
Como indican desde ambas empresas, están sacando adelante los pedidos, pero en parte gracias —colateralmente— a que la educación ha paralizado, así como el sector hostelero y del comercio, por lo que la demanda que harían en circunstancias normales les permite aliviar relativamente la demanda: se puede ahora se puede destinar ese material a las prioridades que más están cubriendo, material específico sanitario como guantes, mascarillas, batas o gel hidroalcohólico, a hospitales, centros sanitarios, residencias o empresas del sector de la limpieza.
Cada cual sortea los obstáculos de un mercado convulso como puede. En el caso de la compañía ilicitana, su gerente Martín Minaya señala que están podiendo hacer entregas de estos materiales desechables sanitarios y que en el caso por ejemplo de guantes, tienen acopio al ser proveedores de empresas del sector agroalimentario por Murcia y Vega Baja que trabajan para multinacionales y que desde Europa se les exigen unas condiciones de higiene para trabajar. Entre algunas de las compañías a las que surten también del territorio, Lácteos Segarra, Productos Lozano o Avecox.
También apunta a que productos genéricos "no van a faltar" —como material de limpieza, papel higiénico, etc.—, aunque el problema viene con los específicos, que son los que se están demandando o produciendo a marchas forzadas. Sobre estos, Minaya indica que se está dosificando con nuevos clientes o sectores no prioritarios con entregas más pequeñas y periodos más cortos, "yendo más veces a los clientes pero con menos". Por su parte, Antonio Luque, gerente de la firma alicantina, apunta que además hay "mucha piratería", como empieza a saltar a la luz: pedidos que se pierden, otros que se secuestran o que se cancelan porque hay a última hora un mejor postor. Y ahora gran parte de ese material se importa desde China, que ya está generando excedente tras contener la pandemia.
Otro problema, indica Luque, es que algunas empresas se están sobreabasteciendo o ya lo han hecho, ya por ejemplo han adquirido material para tres meses. Casos similares se ha encontrado también la empresa ilicitana, con firmas de limpieza de ayuntamientos que les han tocado a la puerta pidiendo "todo el material disponible", cosa que no se facilitó. Otras situaciones que existen, pedidos de un mismo lugar que en cierta forma se 'solapan', por ejemplo los hospitales o residencias piden material, porque su compra la hacen centralizada desde su comunidad, pero a su vez hacen lo mismo sus subcontratas de limpieza, por lo que en un mismo espacio se están haciendo dos pedidos de forma independiente. Pequeñas situaciones que van sumando en una difícil coyuntura en la que hay que sortear estos obstáculos para poder seguir suministrando. Y a quien más falta es al final al sector de la limpieza, observa Luque, ya que es uno de los sectores donde más falta de medios hay.
Pero en resumidas cuentas, en el sector se desconfía de los mensajes que llegan desde el Gobierno por los suministros porque están viendo las dificultades del mercado. "A veces si necesitas guantes, te llegan los sobrantes, y otros productos con cuentagotas", apunta Luque, quien añade que también afecta en el sector la intervención del Gobierno para 'secuestrar' material, porque imposibilita liberarlo para otros pedidos. También relata que otros clientes reorientan parte de su producción, por ejemplo empresas de ambientadores, para crear alcohol desinfectante ante la escasez del gel, de forma que se pueda utilizar como desinfectante para la limpieza de geriátricos o quirófanos, lugares que también necesitan higiene específica y constante. Situaciones con las que se está capeando como se puede, en unos días en los que se está concentrando una presión importante en las UCIs y la falta de material es acuciante.