Las cuentas del bipartito de Alicante: PP y Cs se dan dos días para ajustar partidas por separado

ALICANTE. Los nueve concejales del Partido Popular (PP) y los cinco ediles de Ciudadanos (Cs) volvieron a verse las caras este martes para ultimar la confección del próximo presupuesto del Ayuntamiento de Alicante, correspondiente a 2020. Y lo volverán a hacer este mismo jueves, después de haber analizado por separado los números planteados por los técnicos de la oficina de planificación presupuestaria, adscrita a la Concejalía de Hacienda que dirige Lidia López (PP). Por lo pronto, en esta primera reunión se puso de manifiesto que esas cifras obligan a realizar ajustes respecto a las peticiones de financiación planteadas desde cada departamento municipal.

Será entonces, en esa segunda cita, cuando los representantes de las dos formaciones presenten su propia propuesta de reasignación de partidas para el conjunto de las áreas municipales -es decir, no solo sobre los recursos previstos para aquellas competencias gestionadas por cada partido- con el fin consensuar un presupuesto transversal, que encaje con los programas de las dos fuerzas. En principio, se espera un escenario de entendimiento entre los dos aliados políticos, después de que la vicealcaldesa y líder de Cs, Mari Carmen Sánchez, ratificase este martes la vigencia del pacto de gobierno tras los resultados del 10N. No obstante, a la postre el desenlace de la negociación sobre las cuentas dependerá de la receptividad que cada partido tenga respecto a las propuestas de su socio.

Sea como fuere, fuentes consultadas por Alicante Plaza precisaron que los ajustes serán necesarios prácticamente en todas las concejalías, de modo que los dos aliados tendrán que priorizar los proyectos y necesidades que se consideren más urgentes. Eso sí, como es obvio, ese esfuerzo deberá ser superior en las áreas en las que se concentra la mayor parte de los gastos y de las inversiones municipales: los departamentos de Infraestructuras y Urbanismo.

Se espera un escenario de entendimiento, aunque todo dependerá de la receptividad que cada partido tenga sobre las propuestas de su socio

Sobre las cifras concretas, hasta el momento solo ha trascendido que el presupuesto rondará los 260 millones (en torno a 3 millones más que el de 2019) sin contar las cuentas de los organismos autónomos (Patronato Municipal de Vivienda, Agencia de Desarrollo Local, Patronato de Turismo y Patronato de Escuelas Infantiles). Por lo que respecta a las inversiones, podrían aumentar en torno a esa misma proporción respecto a los 17 millones que se concretaron en el presupuesto de 2019. Eso sí, no habrá un crecimiento exponencial en ese capítulo, ya que las licitaciones de servicios municipales puestas en marcha en el último año (con sus correspondientes actualizaciones y ampliaciones) han aumentado los compromisos de gasto corriente. Es decir, PP y Cs se verán forzados a seleccionar entre las obras todavía pendientes de ejecución del listado de proyectos que se acordó durante la aprobación del presupuesto de 2019, a través de una declaración institucional en el que se preveían obras por un valor total de 50 millones.

Pesa a la complejidad que pueda entrañar esa labor de selección, la intención del equipo de Gobierno sigue siendo poder aprobar las cuentas antes de que acabe el año o, como muy tarde, en el próximo mes de enero. El propósito es que puedan entrar en vigor en el primer trimestre de 2020, y no en mayo como ha sucedido en los últimos años, con la consiguiente merma en los plazos de ejecución.