El alcalde, Luis Barcala, y la vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. El aumento del gasto corriente derivado de la renovación de algunas contratas sobre servicios públicos va a acabar lastrando la capacidad de inversión del equipo de Gobierno de Alicante en 2020. Al menos, la que se pueda canalizar a través del presupuesto ordinario. En esa subida del gasto se incluye, por ejemplo, la licitación del contrato de mantenimiento de zonas verdes (con mejoras que elevan su coste global en 7 millones respecto a la prestación actual); el nuevo contrato de señalización horizontal y vertical (también en licitación); o el contrato sobre montaje de infraestructuras festivas y culturales (ya adjudicado), entre otros.
Todas esas renovaciones de servicios conllevan ampliaciones respecto a su prestación anterior, además de las correspondientes actualizaciones de precios, lo que supone un aumento de las obligaciones reconocidas. O lo que es lo mismo, se constriñe el margen de maniobra para poder crecer en el capítulo destinado a la ejecución de proyectos, ya que "la recaudación de ingresos no va a variar de manera significativa, puesto que no se contemplan subidas en los impuestos", según indicaron fuentes municipales.
EL BIPARTITO CONTINÚA SOPESANDO LA CONCERTACIÓN DE UN PRÉSTAMO PARA FINANCIAR LAS ACTUACIONES NECESARIAS QUE NO PUEDAN ATENDERSE AHORA
Así, según las mismas fuentes, el proyecto de planificación contable perfilado por el bipartito (PP) y Cs para el próximo ejercicio prácticamente igualará la inversión prevista para este año, cuando se presupuestó el desarrollo de obras por 17 millones. De ahí que las dos formaciones se vean forzadas a priorizar y seleccionar entre todas las peticiones formuladas desde el conjunto de las concejalías para el desarrollo de sus respectivas propuestas.
Eso sí, el bipartito continúa sopesando la posibilidad de acudir a otras vías de financiación, como la contratación de un nuevo préstamo bancario similar al que se acordó a finales de 2018 para asumir otras actuaciones que resulten necesarias y que no puedan atenderse ahora. Así, según las mismas fuentes, los dos partidos prevén mantener una última reunión de coordinación la próxima semana para finalizar ese cribado de proyectos. A partir de ahí, se iniciará la ronda de contactos con los grupos de la oposición para poder elevar el presupuesto al pleno en el transcurso de los meses de noviembre o diciembre, según las mismas fuentes. Ese es, como mínimo, el objetivo que mantiene la Concejalía de Hacienda, dirigida por la popular Lidia López, con el fin de que el presupuesto pueda entrar en vigor en el arranque del nuevo año.
