SANT JOAN D'ALACANT. El cuento de Pedro y el lobo se ha instaurado en Sant Joan d'Alacant. Y es que no han sido pocas las veces en las que el Ayuntamiento ha previsto la aprobación de los presupuestos para el ejercicio en curso sin que eso haya acabado ocurriendo. Desde la primera vez que comenzó a hablarse de ellos han transcurrido dos alcaldes (de un mismo equipo de Gobierno, pero distinta formación política), cuatro estaciones y algunos posibles plenos. La fecha que parecía ser la definitiva ha vuelto a quedarse en un anuncio más, ya que, finalmente, el viernes 8 de octubre no será cuando se dé el visto bueno a los presupuestos, como así había actualizado hace poco más de una semana el alcalde, Santiago Román (Cs).
Según ha explicado el primer edil, este aplazamiento se debe a cuestiones de salud del interventor, quien se encuentra recuperándose de una lesión, aunque sigue trabajando desde casa. Sin embargo, este contratiempo ya estaba vigente cuando se anunció la fecha del viernes 8. Con el tiempo encima y sin haberse celebrado la comisión de presupuestos previa, la sesión plenaria se aplaza para dentro de dos semanas como máximo, según ha garantizado Román a Alicante Plaza. Es por ello que, si finalmente viene el lobo, Sant Joan contará con unas cuentas para 2021 antes de que finalice octubre.
Tras cuatro años prorrogando el de 2016 y al no salir adelante el proyecto de 2017, el anterior presupuesto se aprobó en septiembre de 2020, fecha en la que el entonces alcalde, Jaime Albero (PSOE), lanzó la posibilidad de dar el visto bueno a sus segundas cuentas -las de 2021- antes de que finalizara 2020, asegurando entonces que se estaba "trabajando para tenerlas listas a lo largo del mes de octubre". De haber sido así, Albero podría haber sacado adelante dos presupuestos con una separación de solo dos meses.
Un anuncio precipitado, pues las cuentas no se aprobaron en octubre y tampoco en noviembre ni diciembre, dos fechas que también se previeron para que Sant Joan tuviera nuevas cuentas antes de entrar al año en cuestión. De esta forma, el municipio podría disponer de los alrededor de 22 millones de euros a principios de año. En ese momento, los presupuestos se encontraban, según el primer edil socialista, perfilando "los últimos flecos para poder pasarle el documento a la oposición para que lo estudie".
Ante la imposibilidad de sacarlas adelante en 2020, la mirada se fijó en enero del nuevo año, según previó el también concejal de Hacienda y actual alcalde, Santiago Román. Aunque aseguró que el documento se encontraba "muy avanzado", pasaron unos meses en blanco al respecto del tema y fue en junio cuando se volvió a tirar de la lengua y Albero ofreció dos fechas posibles debido a que estaba "todo cerrado, a falta de una serie de informes técnicos", según declaró en el momento. El lunes 21 o el lunes 28 era la última oportunidad de que el socialista aprobara los presupuestos antes de cederle la vara de mando a Román, como así se había establecido en un principio.
No sucedió así, ya que el cambio de alcalde no se pudo estirar más allá de julio, cuando el de Ciudadanos tomó posesión del cargo. Un mes más tarde, Román todavía no preveía nueva fecha para esta asignatura pendiente y fue a finales de septiembre cuando se volvió a pronunciar, comunicando que el día elegido sería el viernes 8 de septiembre, dos meses más tarde del último anuncio y casi un año después del primero. Pero no será esta la fecha definitiva.