VALÈNCIA (EP). La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha publicado este martes una nueva edición de su informe bianual 'Perspectiva Económica', en el que ha mejorado las previsiones de crecimiento económico de España para este año y ha empeorado las del siguiente, ante el impacto de la inflación en el poder adquisitivo de los hogares.
En concreto, el club de países considera que el producto interior bruto (PIB) de España cerrará este año con un crecimiento del 4,7%, tres décimas por encima del estimado en las previsiones anteriores, publicadas en septiembre. En cambio, para 2023 el crecimiento ha quedado fijado en el 1,3%, dos décimas menos.
En esta nueva edición de estimaciones macroeconómicas, debido a que el año acaba pronto, la OCDE ha incluido un año adicional en su horizonte de perspectivas. Así, la proyección para 2024 es que la economía española se expanda a un ritmo del 1,7%.
"Se espera que el crecimiento se ralentice en 2023 y permanezca moderado en 2024, principalmente por el efecto depresor de la inflación en el poder adquisitivo de los hogares y por unas perspectivas más débiles de demanda externa", ha valorado el organismo con sede en París.
En el informe que la OCDE publicó en septiembre únicamente se incluían previsiones del PIB, por lo que para comparar los nuevos datos de déficit, inflación o paro hay que realizar la comparativa con el informe precedente, publicado en junio.
En concreto, la OCDE considera que la tasa de paro de España será del 12,9% tanto en 2022 como en 2023, frente a la previsión anterior que esperaba un 13,6% este año y un 13,9% el próximo. La nueva previsión para 2024 ha quedado ubicada en el 12,7%.
Por otro lado, el nivel de déficit público para 2022 será del 4,9%, una décima menos que el estimado en junio, mientras que la previsión para 2023 se ha mantenido sin cambios en el 4,2%. El pronóstico para el año siguiente se ha situado en el 3,7%.
Respecto al encarecimiento de los precios, la inflación está previsto que alcance una tasa media del 8,6% en 2022, cinco décimas más que el pronóstico anterior. La estimación para 2023 se ha mantenido sin cambios en el 4,8%, mientras que para 2024 la OCDE ha decidido situarla también en dicha tasa.
La previsión para 2022 de la OCDE es superior a la que manejan tanto el Gobierno como el resto de grandes instituciones. Así, frente al 4,7% que estima la OCDE se sitúa la previsión del 4,4% del Gobierno, del 4,5% de Banco de España y la Comisión Europea y del 4,3% del Fondo Monetario Internacional (FMI). Para 2023, en cambio, la previsión de la OCDE es superior a la de Bruselas (1%) y el FMI (1,2%), pero inferior a la de Banco de España (1,4%) y el Gobierno (2,1%).
La economía global registrará una sustancial desaceleración en 2023, según la OCDE, que no contempla una recesión en su escenario central y prevé que el producto interior bruto (PIB) aumentará un 3,1% en 2022, para frenarse al 2,2% el próximo año y crecer un 2,7% en 2024.
"Nuestro escenario central no es una recesión global, sino una desaceleración significativa del crecimiento de la economía mundial en 2023, así como una inflación aún alta, aunque decreciente, en muchos países", ha indicado Álvaro Santos Pereira, economista jefe interino de la OCDE.
Según las nuevas previsiones del 'think tank' para las economías avanzadas, la economía mundial crecerá en 2022 un 3,1%, una décima más de lo previsto en septiembre, para frenarse al 2,2% el próximo año, en línea con las proyecciones anteriores. En 2024, la OCDE prevé que el PIB mundial crecerá un 2,7%.
De este modo, las nuevas proyecciones de la OCDE para el conjunto de sus miembros contemplan una expansión del PIB del 2,8% en 2022, que frenará al 0,8% en 2023 para rebotar al 1,4% un año después.
En el caso de la zona euro, la OCDE anticipa que el PIB crecerá un 3,3% este año y se desacelerará un 0,5% en 2023 para crecer un 1,4% un año después, mientras que para Estados Unidos prevé una expansión del 1,8% en 2022, que se frenará el próximo año al 0,5% y que limitará el rebote al 1% en 2024.