VALÈNCIA. Al Consell Audiovisual le está costando arrancar. Hace exactamente un año el pleno del Consell aprobó el nombramiento de la ex directora general de À Punt, Empar Marco, y del ex secretario autonómico de Comunicación, José María Vidal, como miembros del órgano a propuesta del Gobierno valenciano. Con ello, el Ejecutivo de Ximo Puig puso la primera piedra para constituir el ente que desde 2019 debía haberse conformado y puesto en marcha.
Las dificultades y tropiezos que ha sufrido desde entonces no son pocos: el adiós de Marco antes de que el órgano iniciara apenas la actividad por la incompatibilidad que suponía ocupar este puesto y a su vez ser jefa de gabinete en la Academia Valenciana de la Llengua (AVL), o no conseguir cerrar el acuerdo sobre el reglamento orgánico y funcional (ROF) del Consell son algunos de los más destacados y que ruido han generado.
Ahora bien, con un presidente electo en julio del año pasado -Vidal- y con el resto de miembros designados por los grupos parlamentarios, al órgano se le acumulan las tareas pendientes que debe acometer. Entre ellas, designar a un nuevo presidente de À Punt, tal y como exige la ley de creación de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC).
La normativa aprobada por los tres partidos que integran el Botànic II -PSPV, Compromís y Unides Podem- hace ya seis años establece que el Consell Audiovisual debe proponer dos candidatos que formen parte del Consejo Rector del ente. Un trámite que, según exige la ley en su disposición transitoria tercera, el órgano que preside Vidal debe abordarse ahora, al año de haberse constituido. "La propuesta de dos personas por el Consejo del Audiovisual de la Comunitat Valenciana se realizará transcurrido un año desde la constitución de este órgano", recoge el texto.
Un redactado que, de nuevo, pondría fecha de caducidad a la actual presidenta de À Punt, Mar Iglesias, tanto al frente de la radiotelevisión pública como también como consejera del órgano de administración. Iglesias fue nombrada a propuesta de los grupos parlamentarios de Les Corts en 2016 ante la inexistencia del Consell Audiovisual, de la misma manera que los partidos también designaron a un representante por parte del Consell de la Ciudadanía porque este no existía cuando se nombraron a los integrantes del Consejo Rector.
Sin embargo, la norma establecía que cuando este órgano se constituyera, pasaría a nombrar a sus representantes. Algo que, por el momento, no ha ocurrido y que la ley obligaba a hacer en el plazo máximo de un año. El calendario ha tocado a su fin sin que, de momento, exista ninguna previsión de poner un candidato sobre la mesa.
Más renovaciones
Junto al mandato de Iglesias, también finalizaría el mandato de Raquel Piqueras, que en su día fue propuesta por el grupo parlamentario Ciudadanos pero ocupa también la segunda plaza que le correspondía nombrar al Consell Audiovisual cuando se conformara.
Cabe recordar, además, que aún con todo Iglesias lleva en funciones desde noviembre de 2019 que es cuando se produjo su nombramiento por parte de Les Corts. En noviembre de entonces, los nombramientos de cuatro de los nueve consejeros de À Punt caducaron. Fue el caso del vocal propuesto por el PSPV, Marc Pallarés; el elevado por el PPCV, Vicente Cutanda; el de Compromís, Rafa Xambó; y Mar Iglesias. Una renovación -o en su defecto revalidación, ya que la normativa no impedía volver a presentar a los mismos candidatos- a la que obliga la ley de creación del ente.
La norma especificaba en su artículo 14.6 que el Consejo Rector debía "renovar parcialmente cada tres años, cinco y cuatro consejeros o consejeras, simultaneándose esta última renovación con la de la Presidencia". Teniendo en cuenta que el órgano se compuso en octubre de 2016, en mayo de 2019 se realizó un sorteo para elegir a qué cuatro consejeros cambiar y resultaron electos Pallarés, Cutanda, Xambó e Iglesias.
En aquel momento, el PSPV y el PPCV mantuvieron a sus representantes en el Consejo Rector. En aquel trámite, Compromís sustituyó a Xambó por Rosa Yagüe. Sin embargo, Iglesias no pudo revalidar su nombramiento porque ocupaba el puesto que le corresponde al Consell Audiovisual. Desde entonces, Iglesias se encuentra en funciones y, ahora, con el organismo que tiene la potestad de designar a su sucesor o, incluso, revalidar su nombramiento este sigue sin hacerlo. Y su tiempo par acometerlo, de hecho, ya ha transcurrido. El Consell Audiovisual ya juega en tiempo de descuento.