MADRID. Rusia es mucho más dependiente de China que de cualquier otro socio comercial. De hecho, hace un año 25% de las importaciones rusas provenían de China, mientras que solo 15% de las exportaciones rusas fueron a China. Es probable que esta dependencia aumente -en una relación asimétrica-, pues las importaciones y exportaciones chinas a Rusia representan solo 2% del total de China.
El caso es que la economía china continúa recuperándose. Los índices de gestores de compras aumentaron bruscamente en febrero, en especial los servicios. Esta mejora es coherente con un repunte concentrado la primera mitad de este año, sobre todo el segundo trimestre. Pero persiste la debilidad de su mercado laboral, lo que probablemente limite el consumo interno y una disminución de la demanda mundial puede pesar en sus exportaciones. De manera que, aunque su PIB aumente 5% este año, no esperamos repunte en "V" de su economía.
El caso es que la Asamblea Popular Nacional de China celebrada en marzo ha confirmado a Xi Jinping presidente para un tercer mandato, sin precedentes. Todas las decisiones financieras y económicas se concentrarán un comité centralizado de nueva creación y se han designado aliados cercanos en todos los cargos gubernamentales clave para cinco años, aunque la reelección de Yi Gang como gobernador del banco central pueda verse como movimiento para tranquilizar a los mercados. Xi ha sido bastante agresivo, apuntando a tensiones con EE. UU. los próximos meses, país que ha aprobado una ley que limita las aplicaciones informáticas extranjeras, incluyendo la red social china TikTok.
Esta ha sido la primera Asamblea desde el 20º Congreso del Partido Comunista Chino el pasado octubre, donde ya se mostró intención de alcanzar un liderazgo mundial superior. Así, el primer ministro saliente, Li Keqiang, en su informe, destaca los principales logros del gobierno los últimos cinco años y las prioridades políticas para 2023. Destaca la importancia estratégica de la autosuficiencia en tecnologías clave y necesidad de fomentar la investigación y desarrollo, así como fortalecer industrias estratégicas de vanguardia. Además, aboga por impulsar la economía digital.
Así que se han instado esfuerzos para garantizar la igualdad de trato de empresas privadas y estatales y que se aliente al sector privado, especialmente pymes e individuos por cuenta propia. Esto es positivo para la reactivación de la confianza empresarial tras tres años de estrictos controles covid. También vale la pena señalar que, a diferencia de 2022, no se mencionan regulaciones antimonopolio, una señal positiva para el sector tecnológico en China, que ha estado bajo significativa presión regulatoria los últimos dos años.
Pero los objetivos económicos han sido relativamente conservadores, con previsión de crecimiento del PIB para 2023 "alrededor del 5 %", en línea con nuestro pronóstico, pero inferior al consenso del mercado y al objetivo del año pasado de 5,5%. La previsión de inflación sigue sin cambios desde 2022 en "alrededor del 3 %. Esto puede facilitar el apoyo de políticas favorables al crecimiento. De momento, en política monetaria, aboga por herramientas "específicas y enérgicas", lo que puede sugerir baja probabilidad de flexibilización general, como recortes de tipos de interés o de los coeficientes de reservas bancarias los próximos meses.
De todas formas, con la crisis bancaria, el Banco Central de China ha anunciado un recorte inesperado de la ratio de reservas para grandes bancos por primera vez este año. Se trata de una fuerte señal de apoyo al crecimiento e inyectando fondos en el sistema financiero a través de operaciones de mercado abierto para mantener la liquidez en el sistema bancario. Además, puede haber margen para herramientas estructurales, como líneas de crédito específicas. Al respecto el gobierno, al igual que en años anteriores espera aumento del crédito en línea con el PIB. Pero con el repunte de la actividad económica esperamos que aumente 10,5% este año, frente a 9,6% en 2022.
En cuanto a política fiscal, proyecta déficit presupuestario de 3% del PIB en 2023, ligeramente por encima de 2,8% de 2022. Si incluimos fondos y transferencias gubernamentales, el objetivo de déficit fiscal real puede ser 4,5% del PIB, frente a 4,7% de 2022. La emisión de bonos especiales de gobiernos locales será 3,8 billones de renminbi (550.000 millones de dólares), ligeramente por encima del objetivo inicial de 2022, pero por debajo de 4,04 billones el año pasado. Por tanto, no habrá nuevo estímulo fiscal neto en 2023.
En todo caso el informe deja claro que se considera clave apoyar la recuperación del consumo. Al respecto, esperamos más medidas a corto plazo, a nivel nacional y local, incluyendo apoyo a hogares rurales y para la compra de productos caros, como automóviles. De todas formas, son poco probables las subvenciones a gran escala para los hogares.
En cuanto a desempleo, las autoridades chinas son plenamente conscientes de que es una prioridad. Ha estado en 5,5% y del 17,3% en el caso jóvenes de 16 a 24 años a la espera de once millones de nuevos graduados universitarios este año. Así que el gobierno ha elevado el objetivo de creación de empleo a doce millones en 2023 (once millones en 2022) y un objetivo más flexible de desempleo de "alrededor del 5,5%" frente a "por debajo de 5,5%" de 2022.
Respecto al mercado inmobiliario, se pide un mecanismo a largo plazo mediante oferta adecuada de viviendas asequibles y de viviendas públicas en alquiler. Además, promete evitar una mayor propagación de riesgos financieros debido a los principales promotores inmobiliarios. Pero también apunta a evitar una "expansión desordenada" del sector, lo que sugiere que los promotores en China no deben esperar nuevos estímulos. El tono es coherente con nuestra opinión de que, si bien el sector inmobiliario será un lastre menor para el crecimiento de China este año, la recuperación del sector probablemente sea gradual. Además, el mercado inmobiliario chino se enfrenta a vientos estructurales, pues con el envejecimiento de la población, la nueva demanda de vivienda urbana probablemente haya ya alcanzado máximo y puede seguir disminuyendo.
Dong Chen es economista de Pictet WM