VALÈNCIA (EP). La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha autorizado el trasvase de un volumen máximo de 15,6 hectómetros cúbicos del Júcar al Vinalopó, procedentes de recursos superficiales no asignados generados en afluentes situados aguas abajo del embalse de Tous, a través de la toma situada en el azud de La Marquesa, en Cullera.
Según ha informado la CHJ, la entidad beneficiaria es la Junta Central de Usuarios del Vinalopó-Alacantí y Consorcio de la Marina Baja (JCUVA-CAMB), que se encargará de la distribución entre diversas comunidades de riego integradas en ella durante el año hidrológico en curso.
La sociedad estatal Acuamed será la encargada de derivar y bombear los caudales correspondientes, y la autorización estará supeditada a las condiciones que se establezcan en el Convenio que deberá suscribir con la Junta Central de Usuarios.
La finalidad de la autorización, en la línea de las que se han otorgado en los ejercicios precedentes, es alcanzar la sustitución de caudales de procedencia subterránea de masas de agua subterránea del sistema Vinalopó-Alacantí que se encuentren en mal estado cuantitativo, con el objeto de mejorarlo.
La sustitución alcanzará hasta los derechos de agua inscritos en el registro siempre y cuando haya caudales excedentarios en el Júcar, que no requieran desembalses de Tous, en su tramo final, y en la medida "en que se asegure en todo momento el mantenimiento del caudal ecológico fijado aguas abajo del azud de La Marquesa, de modo que no haya afecciones medioambientales a ecosistemas asociados, como l'Albufera de València, y siempre que no se rebajen las garantías del resto de los usuarios del sistema de explotación Júcar".
Las comarcas del Alto y Medio Vinalopó, que forman parte del sistema de explotación Vinalopó-Alacantí, vienen sufriendo afecciones medioambientales importantes en las masas de agua desde los años 50. El fuerte desarrollo económico de la zona produjo un aumento de la población, así como el desarrollo agrícola, con el aumento progresivo de la superficie regada, utilizando progresivamente mejoras en las técnicas de prospección y extracción de agua.
Esta situación implicó un "aumento progresivo" de las presiones tanto sobre las masas de agua superficial, llegando incluso a que el caudal circulante por el río Vinalopó desapareciera, así como sobre las masas de agua subterránea, pues las excesivas extracciones provocaban descensos "muy acusados" en los niveles piezométricos.
Esta situación ha llegado hasta hoy día, provocando que gran parte de las masas de agua subterránea de la cuenca del Vinalopó se encuentren en "mal estado cuantitativo", especialmente en las comarcas del Alto y Medio Vinalopó.