LA VILA JOIOSA. El Ayuntamiento de la Vila Joiosa ha iniciado los trabajos para finalizar la excavación arqueológica del yacimiento de la villa romana en la zona de Barberes Sur. Se trata de una residencia señorial, construida a las afueras del municipium romano de Allon entre finales del siglo I a. C. y principios del siglo I d. C.
El Servicio Municipal de Arqueología excavó parte del yacimiento, concretamente una superficie de 510 metros cuadrados, entre los años 2009 y 2012, por lo que con los trabajos que se inician ahora se intervendrá sobre los 840 metros cuadrados restantes. En este sentido, la concejal de Patrimonio Histórico, Rosa Llorca, ha anunciado que “dado el valor patrimonial e histórico de este yacimiento romano, estamos estudiando las posibilidades para poder integrar la zona arqueológica con el parque Palasiet, de manera que se pueda crear un espacio de ocio adaptado al entorno”.
Este yacimiento resulta muy complejo dada la superposición de diferentes fases de ocupación y, sobre todo, por la presencia de derrumbes de grandes paneles de pinturas murales que necesitan una documentación y restauración minuciosas. La mayoría de ellos imitan decoraciones arquitectónicas de mármoles, pero también hay escenas figurativas, como una garceta picando a un lagarto en un fondo idílico de vegetación y pájaros, cuyo mural forma parte de la exposición “Tresors de La Vila” que alberga Vilamuseu. Estas escenas bucólicas se pusieron de moda precisamente en el siglo I d. C. y las encontramos en famosas villas, ciudades y palacios del Imperio.
Junto a esta villa romana se ha hallado un tramo de la calzada que conectaba la ciudad por la costa con las actuales Benidorm y Altea, que formaban parte del término municipal de Allon. Unas décadas después, a finales del siglo I d. C., la villa sufre una gran remodelación y las estancias principales de la nueva villa se decoran con lujosas pinturas murales, coincidiendo con un momento de esplendor de la ciudad de Allon, que en estas fechas recibe la categoría de municipium a través del Edicto de Vespasiano (73-74 d. C.). El abandono de la Villa se produce en las últimas décadas del siglo III d. C., momento en el que sufren un incendio algunas de sus estancias, como también le ocurrió a la villa monumental de Torre la Cruz, junto a otro camino, el que iba a los valles de Alcoy. Este hecho podría corresponder a un episodio violento, común en yacimientos de estas fechas, y que se suele relacionar con la inestabilidad del Imperio romano por las invasiones llamadas “bárbaras” y por revueltas internas.
Esta excavación arqueológica, que se realizará durante un tiempo estimado de 7 meses, será ejecutada por la empresa Alebus Patrimonio-Histórico con la codirección del Servicio Municipal de Arqueología y Patrimonio Histórico y el departamento de Urbanismo municipal.