La vicealcaldesa de Alicante se quita del foco para defender su gestión en Turismo

ALICANTE. Relevo con lectura política en la portavocía del bipartito de Alicante. La vicealcaldesa y lideresa de Ciudadanos (Cs), Mari Carmen Sánchez, pliega velas y se aparta del plus de exposición pública que confiere el cargo en favor de su compañero de filas y concejal de Cultura, Antonio Manresa, con el objetivo de centrarse en la defensa de su gestión al frente de la Concejalía de Turismo. Todo, al margen de mantener su responsabilidad institucional como segunda autoridad municipal y de permanecer como portavoz de Cs, con las mismas retribuciones que venía disponiendo hasta ahora.

La renuncia a ser la voz de la acción de gobierno se produce por decisión propia, sin imposiciones ni instrucciones por parte e ninguno de los estamentos del partido en la Comunitat, según pudo confirmar este diario en fuentes de la dirección autonómica. Pero eso sí, llega con la anuencia del resto de concejales de Cs y del conjunto de la agrupación local, conscientes de que su máxima representante en la ciudad debía liberarse de parte de sus obligaciones para reforzar su labor en las competencias de Turismo. Sobre todo, en un momento especialmente complejo para el sector como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus.

En realidad, se trata de un paso atrás meditado y adoptado de manera consciente. Sánchez pierde el foco que supone la posibilidad de informar sobre la gestión municipal, a través de la comparecencia semanal en la que se traslada a la opinión pública los acuerdos alcanzados en Junta de Gobierno (el órgano de representación política en el que se adoptan la mayoría de las decisiones). Pero lo cierto es que no venía ejerciendo esa prerrogativa de manera habitual: de hecho, desde el principio de mandato se ha venido ausentando de esa cita semanal con relativa frecuencia con la justificación oficial de que debía atender otras obligaciones. 

Esa circunstancia le ha supuesto soportar la crítica constante de los grupos políticos de la oposición, quienes la han acusado de dejación de funciones, de modo que, con su renuncia a ese papel informativo, ataja los reproches. Además, no es menos cierto que ella misma no se encontraba cómoda en el cargo, pese a haber ejercido casi tres años como síndica de su partido en les Corts. Así que, dejar de ser portavoz, más que una pérdida le supondría una liberación.

En cualquier caso, la decisión llega después de constatar que, realmente, la de Turismo es la atribución principal con poder ejecutivo por la que puede ser valorada por el conjunto de la ciudadanía. O lo que es lo mismo, que es en el papel en el que puede defender su capacidad de gestión y tratar de ganar el protagonismo del que no ha dispuesto hasta que ha tenido que impulsar iniciativas para relanzar al sector turístico de la ciudad frente al impacto del coronavirus (entre ellas, el lanzamiento de campañas específicas para fidelizar al turista nacional, la creación de la estrategia 'Alicante Segura' o el dispositivo de control de afluencias en las playas de la ciudad, en el que Turismo ha jugado un papel central, junto a la Concejalía de Seguridad y Limpieza). 

Sánchez apuesta por centrarse en la atribución con poder ejecutivo en la que puede defender su capacidad de gestión y tratar de ganar el protagonismo del que no ha dispuesto hasta que ha tenido que impulsar iniciativas para la reactivación del sector

Así, el repliegue en Turismo le serviría para tratar de demostrar que la apuesta por la que se convirtió en candidata a la Alcaldía en las municipales de 2019 no fue un error. Máxime, después de la que ha sido la principal mancha de su trayectoria municipal hasta ahora: que el conjunto de los grupos de la oposición (PSPV-PSOE, Unides Podem, Compromís y Vox) aprobasen su reprobación por el episodio del vídeo difundido en su cuenta de una conocida red social, en la que se manifestaba aburrida ante el confinamiento.  

La decisión de su renuncia al cargo se hizo efectiva este mismo martes, tras una reunión mantenida con el alcalde, el popular Luis Barcala, en la que se le expuso la motivación sobre la renuncia. El PP aceptó el relevo en favor de Antonio Manresa, sin debate ni discusión interna, según fuentes del bipartito, en virtud de las condiciones previstas en el pacto de gobierno, suscrito en junio del año pasado. Entonces se acordó que la portavocía del equipo de Gobierno quedaba asignada a Cs. A partir de ahora será el edil de Cultura quien disponga de la oportunidad de sacar rédito a la responsabilidad.

Las reacciones a la sustitución no se hicieron esperar por parte de Unides Podem y de Compromís. Los portavoces de ambos grupos, Xavier López y Natxo Bellido, no tardaron en animar a Sánchez a presentar su dimisión si no se veía capacitada para ejercer las responsabilidades que tenía asignadas. En el eje progresista, quien no se pronunció fue el PSPV-PSOE: un grupo que acaba de entablar líneas de colaboración con Cs en asuntos como el desarrollo de políticas LGTBI, en un contexto en el que siguen produciéndose gestos de aproximación entre las direcciones nacionales de ambos partidos, que también se estarían reproduciendo en el escenario autonómico.