ELCHE. En el pasado mes de marzo, la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche contrató el servicio de adquisición de un equipo para la eliminación de formaldehído —un cancerígeno— en la sala de disección del edificio Severo Ochoa, del Campus de Sant Joan. En ella este compuesto químico, el que se utiliza generalmente para conservar piezas y cadáveres, presentaba una presión de vapor relativamente alta a temperatura ambiente, por lo que tendía a evaporarse y pasar a la atmósfera de la sala con facilidad. Según los medidores de la sala, en determinados momentos se superaban los valores límite de exposición de corta duración y se producían variaciones muy importantes en la concentración de este compuesto en la sala.
Dada la situación, y teniendo en cuenta que además el formaldehído es un producto irritante con un valor límite ambiental por corta exposición que tampoco debe sobrepasarse, se decidió cambiar el sistema de filtración de la sala. Las mediciones que hace la sonda cada tres minutos arrojaron como conclusión que el sistema de renovaciones de aire no conseguía mantener estable la concentración de formaldehído ni evitar que se superen los valores límite de exposición de corta duración. Por eso se inició la licitación, para poder disminuir las fluctuaciones de esta concentración del químico y minimizarla, mediante la instalación en la sala de un equipo de filtración de formaldehído que incluyera la recirculación del aire de la sala y su filtrado con filtros que permitan su adsorción química y oxidación.
Tras el análisis de la situación en mayo de 2018, se procedió a iniciar el expediente en enero de este año, y se adjudicó mediante un procedimiento abierto simplificado en marzo a la compañía multinacional AAF, S.A. Se trata del mayor fabricante mundial de soluciones de filtración de aire y la intervención se formalizó por 26.620 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses. Aunque los cadáveres también se preservan con el método Thiel, la mayoría son conservadas con el formaldehído, un químico que suele generar este tipo de problemas, como ocurrió con el Hospital Vinalopó, en el que también había altos niveles de exposición.