LUXEMBURGO (EFE). Los países de la Unión Europea se propusieron hoy reducir a la mitad en la década de 2020-2030 las más de 26.000 muertes al año que se registran en las carreteras de la UE, cuyo impacto económico ronda los 50.000 millones de euros anualmente y de 100.000 millones si se incluyen los heridos graves.
Así lo acordaron los ministros de Transporte de los Veintiocho, reunidos en Luxemburgo, donde aprobaron unas conclusiones que subrayan la importancia de proteger a los usuarios más vulnerables: ciclistas y peatones.
"El trabajo para mejorar la seguridad vial no debe medirse solo contando muertos; el número de heridos graves no es menos preocupante y es cinco veces mayor que el número de fallecidos" y alcanza a 135.000 personas, señalaron los ministros de la UE.
Más allá de armonizar criterios para definir heridos graves en los 28 Estados miembros de la Unión Europea, la UE quiere fomentar un mayor intercambio de buenas prácticas, especialmente en aquellos países con donde se registran más accidentes.
Y también recomienda a los Estados miembros que limiten la velocidad de circulación a 30 kilómetros por hora "en las áreas de alto riesgo y, en particular, donde las personas trabajan, montan en bici o juegan".
Además de factores tradicionales que incrementan el número de accidentes como el alcohol o las drogas, para los que se recomienda fomentar el uso de dispositivos que bloquean el vehículo si el conductor no está en condiciones de manejarlo, los ministros subrayaron el trágico papel que desempeñan los teléfonos móviles en los siniestros en carretera.
Los países de la UE pidieron a la Comisión Europea que prepare un sistema de evaluación para medir los progresos en la materia a partir de 2020, acelerar la implementación de las nuevas normas sobre seguridad de los automóviles y explorar las ventajas en seguridad de las nuevas tecnologías, como los vehículos autónomos.
El titular español de Fomento, Íñigo de la Serna, señaló a la prensa que "en España se está dando un paso muy importante en la búsqueda de un pacto de Estado por la seguridad vial con el diálogo de todos los partidos políticos y con todos los agentes y administraciones implicados, incluso las propias asociaciones de víctimas, la comunidad científica y el sector de la automoción".
El objetivo es pactar una "revisión completa de lo que tiene que ser la legislación de tráfico y de seguridad vial" que aporte "un marco normativo seguro, moderno y con vocación de permanencia".
Las conclusiones aprobadas en el consejo de ministros de Transporte de la UE se alinean con la llamada "declaración de La Valeta" del pasado 28 de marzo, donde recordaron que entre 2015 y 2016 los muertos en accidentes de circulación en la Unión Europea cayeron un 2 %.
El país que más redujo su tasa en el último ejercicio fue Lituania (-22 %) y donde más creció fue en Dinamarca (+18 %), mientras que España se situó en el nivel medio de la UE, con una rebaja del 2 % hasta los 37 fallecidos por millón de habitantes.