ALCALALÍ. La torre medieval de Alcalalí, del siglo XIV, y la iglesia de Sanet y Negrals, de estilo barroco y del XIX, recuperan su esplendor. En ambas construcciones patrimoniales se están llevando a cabo obras de mejora y recuperación con una inversión de 85.000 euros de la Diputación de Alicante.
En ambas poblaciones ha estado el diputado provincial de Arquitectura, José Ramón González de Zárate, para comprobar el avance de las obras. En Alcalalí, la torre, ubicada en el palacio de Rois de Liori, se está llevando a cabo el proyecto de consolidación de las fábricas de sillería de la fachada meridional de esta construcción de origen islámico.
En esta obra, Diputación aporta el100% del presupuesto, un total de 35.000 euros. Acompañado por Yolanda Molina y Josep Joan Ramis, concejales de Urbanismo y Participación Ciudadana, respectivamente, el diputado ha recorrido la fortaleza de origen bajo medieval y declarada Bien de Interés Cultural en 1996 y que ya se sometió a una restauración en 1992.
Además, ha estado en la iglesia parroquial de Santa Ana en Sanet y Negrals donde ha supervisado, junto al alcalde , Joaquín Gavilá, la actuación que se está llevando a cabo en la torre del campanario. La institución provincial ha subvencionado con 48.000 euros -el 100% del presupuesto total- las obras de este templo de estilo barroco de mediados del siglo XIX y catalogado como Bien de Relevancia Local.
Como ha explicado González de Zárate, desde la primera convocatoria del Plan Provincial para la Rehabilitación y puesta en valor del patrimonio histórico municipal de municipios de menos de dos mil habitantes, lanzada en 2021, “en la comarca de la Marina Alta se han invertido casi 2,5 millones de euros para reformar, restaurar o consolidar edificios, construcciones y restos arquitectónicos que son de reconocido interés histórico, cubriendo del 90 al 100% del presupuesto de cada uno de esos proyectos, que difícilmente podrían haberse llevado a cabo sin la ayuda de la Diputación”.
Los criterios para la valoración de las propuestas han tenido en cuenta la importancia patrimonial del inmueble objeto de la intervención, el grado de urgencia de la actuación, la calidad técnica y el interés científico y cultural de la misma, así como las expectativas de generación de actividad económica, cultural y social en el municipio y su entorno.