Equipo de Dropi. Foto. APBENIDORM. La startup de Benidorm Dropi baja la persiana después de que el proyecto no haya conseguido superar el reto de industrializar a un coste razonable para su comercialización. Formada por Olga Tomás (CEO), Yago Sierras (COO) y Alessio Ghisolfi (CTO), la firma se basaba en la creación de amenities biodegradables, en la producción de envoltorios que sustituyan a los plásticos de los productos de higiene que los hoteles ofrecen a sus clientes, para evitar daños en el medio ambiente. Su idea de negocio giraba en torno a unas cápsulas elaboradas por una membrana de agua: un recubrimiento totalmente biodegradable y desechable.
Sin embargo, el proyecto no ha logrado superar el reto de la producción y comercialización. Según explica Olga Tomás, "el proyecto ha llegado a un punto en el que el coste inversor para la industrialización era muy elevado. Muchas compañías estaban interesadas, pero el estado actual del ecosistema empresarial, no es el propicio para desarrollar algo tan innovador como Dropi, que necesita un gran pico inversor. Para llevarlo adelante hace falta mucho dinero, maquinaria y una producción grande, al mismo nivel que su potencial innovador", afirma Tomás, que añade que "pese a la buena acogida e interés, el momento es difícil y se trata de una idea muy grande y ambiciosa".
Dropi consigue su objetivo en la ronda de inversión y posiciona su 'startup' en 700.000 euros
En este sentido, según explica Yago Sierras, "lanzamos Dropi hace año y medio y los hoteleros lo recibieron muy bien. Para el desarrollo de la cápsula confiamos con un instituto tecnológico que creimos que sería el partner ideal. Invertimos en ese desarrollo la mayoría de recursos y obtuvimos el prototipo de cápsula con ingredientes naturales que se disolvía con una temperatura cercana a que llega el agua de la ducha", asegura Sierras explicando el proceso de crecimiento que llevó la startup. "En ese momento parecía que si dábamos con una empresa con experiencia industrial que pudiese replicar ese prototipo en condiciones idóneas, lo conseguiríamos".
Durante mucho tiempo han estado en contacto con empresas y multinacionales, tanto del país como internacionales, pero no han conseguido lograr que el proceso no resulte muy costoso. "Lo intentamos, hubo pruebas, pero el reto tecnológico es muy complicado y se alejaba tanto del plástico que, además de conseguir la fórmula correcta, implicaba adecuar toda una maquinaria para reproducirla a gran escala. Se acabaron las balas", afirma el cofundador de Dropi.
Olga Tomás. Foto: RAFA MOLINADe este modo, Dropi no saldrá adelante a pesar de haber conseguido varios hitos en su trayectoria. El proyecto que nació en Demium Startups de Benidorm se desarrolló, además, dando una voz protagonista a los y las participantes, como el sector hotelero y las kellys.
Como contó este diario, entre sus logros, la startup cerró una ronda de inversión en verano de 2020 cumpliendo su objetivo de llegar a 30.000 euros para mejorar la fórmula de sus amenities biodegradables. Asimismo, consiguieron 10 cartas de intención firmadas por empresarios del entorno. Un compromiso de early adopters que comprarían su producto en cuanto saliera al mercado.
Se constituyeron como SL en junio de 2020 y gran parte de la financiación vino por parte del vehículo de inversión Touristartups Inversiones, además de otros particulares que confiaron en el proyecto.
La idea evolucionó a otros productos y preparaban ampliarla a la distribución de cremas o muestras. También consiguieron varios galardones, como la Gala Impulso 2020 de la UA, en la que Dropi se llevó dos premios que añade a su palmarés sin haber salido a mercado. Uno en la Modalidad B de los galardones y otro con el Premio Emprendimiento Social de la Fundación Caja Mediterráneo y la Cátedra de Responsabilidad Social de la Universidad de Alicante.
No obstante, la vida de los emprendedores sigue, y mientras Tomás realiza su labor como consultora asesorando y guiando a personas, empresas y organizaciones hacia sus objetivos y horizontes previstos, Yago Sierras está inmerso en otra startup, Mediterranean Algae, con la que preparan novedades a partir de marzo de 2022.
