ELCHE. Ha pasado más de un año desde que este medio diera a conocer la sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que daba la razón a la Generalitat Valenciana: la licencia de derribo de Nuevos Riegos El Progreso debió otorgarse previas catas arqueológicas además de proteger la fachada. Desde entonces se ha estado negociando soluciones con la propiedad y hablando oficiosamente con la Conselleria de Cultura, que es quien ha decidido que la misma se quede ubicada en su lugar actual, ya que la Ley de Patrimonio antepone este ante el aspecto urbanístico. Sin embargo, aunque se había hablado de que se compensaría a la propiedad con una altura más, finalmente serán dos. De hecho, esto generará un precedente en el ámbito patrimonial del casco histórico.
A partir de ahora, y de nuevo aprovechando la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para incluir la protección de la fachada y del patio en el catálogo, se cambiará el Artículo 45 del mismo con el objeto de permitir dos plantas más en inmuebles protegidos en el casco antiguo y ensanche —a priori, el Núcleo Histórico Tradicional— en los que se den estas circunstancias. En otros casos iguales en los que la protección de elementos como el patio impida la edificabilidad de la parcela, se podrán construir dos plantas más. En este caso, dos alturas más por medio patio, ya que la otra mitad pertenece a la sociedad Nuevos Riegos El progreso.
En la Junta de Gobierno de este viernes se aprobará impulsar esta modificación del PGOU para actualizar la ficha del inmueble —que se desprotegió por solicitud de terceros ya en el Plan de 1998 según fuentes municipales— y otorgar a la fachada recayente en la Plaza de la Constitución protección integral. Una protección parcial con figuras menores, es decir, ambiental, para los otros elementos como el patio, que se protegen "junto a la fachada interior del patio para preservar sus valores arquitectónicos y de memoria histórica que ponía de relieve la conselleria de Cultura", explica la edil de Urbanismo Ana Arabid. Por último, se impulsará también un estudio de detalle y la evaluación ambiental para la solución planteada de retranquear el futuro inmueble de seis plantas alineado a la calle, dejando un paso de cuatro metros de acera entre este y la fachada.
En cuanto a la solución arquitectónica, se ejecutará la mencionada conexión entre ambos elementos desde la parte superior de la portada, generando un paso interior para los viandantes. Aunque aún hay que esperar a ver la solución en el diseño, a priori quedará una especie de arco entre la fachada y el inmueble a construir. Esto significa que de facto se ganará espacio para el viandante con una acera más amplia, aunque eso sí, dejando en su sitio la fachada a la que se retirará el apuntalamiento. En el acuerdo con la propiedad también se fija que el Ayuntamiento asumirá el mantenimiento de la portada, al que se instalará un apuntalamiento provisional en la parte interior hasta que se ejecute la operación, y la retirada del actual, que lleva años en la plaza. Una vez ejecutada la modificación del PGOU se tendrán que realizar excavaciones arqueológicas y ya entonces se podrá otorgar la licencia de obras así como la demolición de las partes laterales.