ALICANTE (EFE).- Un nuevo modelo de 'arquitectura mediterránea' a partir de las condiciones climáticas singulares del sureste peninsular, con muchas horas de sol al año y elevada humedad del aire, para ahorrar entre el 70 y 80 por ciento del gasto energético anual en las viviendas sin el uso de ningún aparato de frío o calor.
Esta es una de los retos de la I Jornada de Arquitectura Mediterránea, Sostenibilidad y Fondos Next Generation donde participan las federaciones empresariales FEMPA y FOPA y los colegios profesionales de Ingenieros de Caminos, Arquitectos, Ingenieros Técnicos y Aparejadores bajo la organización de la Diputación Provincial de Alicante, que ha sido inaugurada por el presidente de la institución provincial, Carlos Mazón, y el diputado de Infraestructuras, Javier Gutiérrez.
En una conferencia titulada Ventajas de la arquitectura mediterránea y del clima alicantino para potenciar la eficiencia energética y la sostenibilidad, el investigador de la Universidad de Alicante y representante del Colegio de Arquitectos Carlos Pérez Carramiñana ha explicado que la primera línea de costa entre el norte de la provincia alicantina y los alrededores de Cartagena (Murcia) tiene unas características climáticas diferentes del resto del país y sólo comparables a California (Estados Unidos), Grecia e Israel.
Esto es así porque en estas partes del mundo comparten algunas singularidades, como más de 3.000 horas de sol al año, inviernos suaves y veranos no excesivamente calurosos pero con una alta humedad relativa del aire, y también poca lluvia, entre 200 y 400 litros anuales.
Ha relatado que los preceptos arquitectónicos para conseguir la eficiencia energética están teóricamente pensados para otras latitudes y climas, y deberían ser acomodados a las edificaciones de esta zona mediante una arquitectura intrísicamente de esta zona mediterránea para aprovechar la alta radiaciación (horas de sol) a favor de un mayor confort del morador de la vivienda, sin prácticamente el uso de aparatos de refrigeración o calefacción.
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Esto se consigue, según Carramiñana, buscando "el punto justo de aislamiento" mediante características arquitectónicas de construcción a partir de varias variables, como la orientación del edificio, los materiales utilizados y la capacidad de aislamiento y ventilación en función de la época del año.
El experto ha asegurado que un estudio arquitectónico sobre estos aspectos se efectúa en unos días y puede comportar significativos ahorros en el coste de la energía durante la vida útil del inmueble, entre el 70 y 80 por ciento.
Esta menor necesidad de calefacción o refrigeración haría necesarios equipos de aclimatación más pequeños y menos costosos que fácilmente podrían ser costeados por las energías renovables para, incluso, convertir en excedentario al edificio desde el punto de vista de la energía.
Carramiñana ha apuntado que sólo el 4 por ciento de los proyectos arquitectónicos de nueva construcción visados por el Colegio de Arquitectos de Alicante incorporan parcialmente este tipo de métodos y una tasa aún más baja, únicamente del 0,4, planes completos, que incluyan todas las variables.
Por su parte, en su intervención durante la apertura de la jornada, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, ha afirmado que la arquitectura "es uno de los elementos que identifican el territorio" y ha abogado por contar con "un modelo propio mediterráneo", el cual debe ser "autóctono" y basado en la sostenibilidad, modernidad y funcionalidad para, además, facilitar la llegada de los fondos Next Generation, "que están a la vuelta de la esquina".
Para el diputado provincial de Infraestructuras, Javier Gutiérrez, este encuentro tiene entre sus objetivos elaborar una guía que recoja "la esencia original y los valores sostenibles de la arquitectura mediterránea, que se han quedado relegados con la normativa europea actual".