Castalla, uno de los municipios confinados a finales de la pasada semana por su alta incidencia. Foto: APALICANTE. Será por el frío (que favorece las aglomeraciones en interiores), por las reuniones navideñas, o por las nuevas cepas, pero la curva de contagios por coronavirus en la provincia de Alicante se ha disparado en la última semana hasta niveles nunca vistos en la primera ola. Unas cifras que no pueden atribuirse solo al hecho de que se estén realizando muchas más pruebas PCR que en marzo.
Mientras la Conselleria de Sanidad pide esperar unos días para comprobar la efectividad de las últimas restricciones aprobadas, la 'semana negra' de lo que se ha dado en llamar ya 'tercera ola' deja una incidencia acumulada en la provincia de más de 500 casos por 100.000 habitantes, que en algunas zonas alcanza (o rebasa ampliamente) los 1.000 casos.
Desde el viernes 8 de enero, cuando la provincia sumaba 53.983 contagios acumulados desde el inicio de la pandemia, la Conselleria de Sanidad ha notificado 10.720 casos nuevos de covid-19, lo que eleva la cifra de afectados hasta 64.703 personas (el 3,5% de la población censada en la provincia). Dicho de otra forma, Alicante registra más de 1.500 casos nuevos de media cada día, lo que significa que cada hora contraen el coronavirus 64 alicantinos.
La media diaria es la más alta desde que comenzó la pandemia, pero además el dato diario ha ido in crescendo desde el lunes, hasta alcanzar este viernes el récord absoluto. Desde los 1.469 contagios con los que comenzó la semana (el lunes se notifican los casos conocidos el fin de semana) hasta los 2.323 casos notificados este viernes, segunda jornada (tras el jueves) en que la provincia rebasa el umbral de los dos millares de contagiados.
El ritmo de ingresos ha ido en consonancia con el estallido de los contagios. Desde el viernes pasado hasta este, el número de personas ingresadas en algún hospital de la provincia como consecuencia de la covid-19 ha aumentado en 339. Es decir, que cada día que pasa hay 50 personas ingresadas más (descontadas las altas). De esta forma, hemos pasado de los 758 ingresados del 8 de enero a los 1.097 que se registraban este viernes.
La estadística es también alarmante, de nuevo, en el número de fallecidos. Si en verano llegaron a encadenarse semanas enteras sin notificar un solo deceso relacionado con la covid-19, en la recta final de 2020 y sobre todo en el arranque de 2021 la curva se ha vuelto a disparar: En la provincia han fallecido ya 1.098 personas por la enfermedad, de las que 86 lo han hecho en los últimos 7 días. Es decir, que cada dos horas fallece un alicantino por el coronavirus.
Las UCI también han alcanzado niveles nunca vistos, y cierran este viernes con 164 personas en cuidados intensivos, un nuevo récord. En siete días, el número de personas ingresadas en las UCI de la provincia ha aumentado en 47.
Con este escenario, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se enfrenta a la decisión de adoptar o no medidas más duras contra la pandemia. Sus socios en el Botànic, Compromís y Unides Podem, ya han reivindicado un aumento de las restricciones e incluso algún tipo de confinamiento, si bien el jefe del Consell ha insistido estos días en esperar para comprobar el efecto de las últimas medidas antes de tomar más decisiones.
