Fachada de la sede de Proaguas, cubierta por los andamios de Grupo BDIALICANTE. La sede de la empresa provincial de aguas de la Diputación de Alicante, Proaguas Costablanca, cambia de piel. La institución provincial ha encargado a la constructora alicantina Grupo BDI, especializada en la rehabilitación y reforma de edificios, que cambie completamente la fachada de uno de los edificios más reconocibles de la Avenida de Orihuela de la capital alicantina, muy dañada por las filtraciones. Proaguas es una de las empresas más importantes de cuantas dependen de la Diputación, y maneja un presupuesto anual de 6 millones de euros.
El plazo de ejecución de la obra es de tres meses, y según explica Claudia Rodríguez, directora técnica del proyecto, "se ha tenido que retirar la piedra existente para colocar una fachada ventilada de piedra similar a la original y con anclajes puntuales fijos". Antes de empezar a colocar la nueva piedra, BDI ha impermeabilizado la fachada a través de una lámina de betún con elastómero para evitar nuevas filtraciones. Asimismo, se va a sustituir el revestimiento del dintel de la fachada con una pieza metálica, así como el revestimiento de los alféizares, donde se van a colocar vierteaguas de chapa de aluminio lacado. El trabajo no acaba ahí: "tenemos que reparar las zonas dañadas por las filtraciones de aguas en antepecho y pilares en el interior del edificio", explica Rodríguez.
Para la colocación de las piedras se utiliza un sistema puntual de anclaje fijo y oculto en acero inoxidable para piedra natural sustentada mediante pasador. "Para nosotros ha sido un reto colocar una fachada ventilada con piedras de gran formato", destaca la directora de la obra. "La fachada principal presentaba un cambio de color generalizado en la piedra debido a la acción de los agentes climatológicos y a la polución a lo largo del paso del tiempo", explica Rodríguez. "Además, también se encontraba deteriorado el sistema de sujeción de las placas (mortero y escayola), por culpa de la humedad".
La fachada ventilada crea juntas entre las piezas de piedra que evitan los problemas de dilatación, por lo que el buen aspecto del edificio se prolonga en el tiempo. Además, "la hoja exterior también amortigua los cambios de temperatura tanto en el aislante térmico como en el impermeabilizante, prolongando su vida útil". Esta hoja exterior también ayuda a reducir las pérdidas térmicas del edificio a través del 'efecto chimenea': la circulación del aire en el interior de la cámara desaloja el caliente y lo renueva con otro más frío en verano.
Fundada en Alicante en 1995 por el constructor Abelardo Lloret, Grupo BDI acumula dos décadas largas de trayectoria en el sector de la rehabilitación. Además de en la capital alicantina, la firma ha dado el salto a Madrid y a Murcia, donde participó en las labores de rehabilitación de los edificios afectados por el terremoto de 2011. La zona centro sigue representando una pequeña parte de su facturación, como admitía el CEO de la empresa, Julio Rodríguez, en una conversación con este diario, pero espera que este año se consigan objetivos importantes en la capital y su zona de influencia.
En la capital, BDI sigue trabajando para el Parque Warner, para el cual ha reformado los accesos a la zona del parque acuático, y también ha trabajado en la T4 de Barajas, donde construyó una oficina comercial para una conocida empresa de alquiler de coches. De hecho, el pasado mes de mayo BDI tuvo que ampliar sus oficinas en la capital ante el aumento del negocio en la zona, y se mudó desde la calle Ricardo Ortiz al parque empresarial Julián Camarillo, en el barrio de San Blas, donde ha florecido un 'cluster' de empresas relacionadas sobre todo con la tecnología.
