ficción y ensayo

La Ruta del Bakalao: una guía de lectura

22/01/2025 - 

VALÈNCIA. Los últimos años han abierto la veda, la herida y el baúl de los recuerdos de La Ruta del Bakalao a la vez. La última década ha decidido que esta es la distancia justa para hablar de aquella época con la perspectiva de la distancia y con sus protagonistas aún capaces y dispuestos a contar lo que vivieron. Y aunque ha habido algún conato de opinión que prefería descartar cualquier lectura de aquel movimiento cultural y social más allá de sus sombras, parece unánime que València ha preferido abordar los orgullos y traumas que arrastra desde entonces.

La cultura en general y los libros en particular han sido los que que han capitaneado esa revisión. Voces, puntos de vista y géneros diversos echan la mirada atrás para separar la verdad y el mito. Es la gran revisión histórica del gran tabú de los 90 valencianos.

Dos de los libros que aborda esta guía de lectura son fundacionales, y abordaron esta ola de tratamiento de la Ruta cuando aún no estaba ni siquiera formada. Son, obviamente, En extasis (Barlin Libros) y ¡Bacalao!. En el caso del primero, fue el primer periodista que quiso contar las diferentes etapas que vivió el movimiento, desde la reacción al tardofranquismo a la masificación y el imperio de las drogas. Joan M. Oleaque fue el primero en acercarse y cuenta con todas las principales voces para generar el ensayo más general, y a la vez, mejor introducción al fenómeno.

¡Bacalao! Historia oral de la música de baile en Valencia, 1980-1995 (Contra), de Luis Costa, lleva esa escucha al siguiente nivel con un libro creado únicamente en base a diferentes entrevistas que el autor hace a más de una treintena de protagonistas. El resultado final es el de la transcripción de una gran conversación, que gracias a las voces en primera persona, se quita prejuicios y justificaciones y se centra en lo que poca gente se había preguntado entonces, la música. Los DJs, músicos y melómanos hablan de equipos de música, recuerdan conciertos míticos y se centran en lo que la época fue: un movimiento cultural.

Siguiendo con los libros que han marcado el paso de esta revisión histórico-musical, el gran proyecto museístico y editorial La Ruta Gráfica, que se pudo ver en el IVAM en 2022 fue un gran golpe en la mesa que derribó muros y no solo acercó la escena al público general, sino que le quitó la vergüenza a mucha gente, al ver que los carteles y los flyers que marcaron su juventud se colgaban en una sala de exposiciones. Volviendo al libro, en todo caso, La Ruta Gráfica (Barlin Libros) es una completísima revisión a cargo de Moy Santana y Antonio J. Albertos del punto de encuentro entre el diseño gráfico y La Ruta a través de la ephemera. Una legión de ilustradores y diseñadores se hicieron cargo de la publicidad de las discotecas y lo que parecía una cosa menor, resultó significar —tal y como se evidenció mientras se pudo ver la exposición— la prueba de que aquello de La Ruta era más que fiesta.

Estas tres biblias de La Ruta han permitido generar otros ensayos que abordan el fenómeno desde puntos de vista más concretos. Casi de manera simultánea se publicaron, Historia real del bacalao (NPQ Editores) y Génesis (Salamandra), que completan la línea temporal. En el caso del primero, Miguel Jiménez Luján, que ha sido a lo largo de su carrera DJ, manager y promotor de conciertos, escribe unas memorias en primera persona de los años en los que no había nada llamado una Ruta, desde 1979 hasta 1987. El autor prefiere poner tierra de por medio con lo que generalmente se entiende como segunda fase de La Ruta —la de las macrodiscotecas y el terror policias y de drogas— y hablar de aquella época a través de nombres propios menos conocidos pero igualmente fundamentales para mantener la extensa red de garitos y DJs que promovieron y sostuvieron la vanguardia valenciana.

En el caso de Génesis, Alberto Sola y Pablo Ferrer se centran precisamente en la escena clubber posbacalao, de 1996 hasta 2010. Y también lo hacen a través de los testimonios directos. En este caso, participan aquellas personas que se dieron cuenta de que había que romper la losa del trauma y la vergüenza que había generado el desborde de los últimos años de La Ruta y generar una nueva escena. A partir de entonces, diferentes colectivos, promotores y DJs hacen camino para romper con el pasado y marcar un tiempo nuevo. Génesis es la historia de los que levantaron de nuevo la vanguardia valenciana de manera silenciosa.

Pedro José Mariblanca Corrales extrapola este mismo ciclo temporal a las música de baile en toda España, en El trueno que sigue al rayo (La Fonoteca), una fotografía de las diferentes escenas que surgieron a partir de “la caída de La Ruta” a través de lugares, fiestas, DJs, artistas y raves. Un mapa esencial porque permite mirar más allá del peligroso chovinismo que se estaba creando al esencializar la vanguardia musical de aquellas décadas únicamente en Valencia. 

Desde el ámbito más académico, Eduardo Leste Moyano ha puesto la primera piedra de la revisión del bakalao en Vida y muerte del bacalao. Usos, transformaciones y olvidos en un proceso de patrimonialización cultural (Publicación de la Universitat de València). El profesor utiliza precisamente el contexto de revisión de aquellos años para hablar de cómo se está llevando este proceso de patrimonialización y propone abordar el fenómeno no tanto únicamente a través de testimonios, sino también desde ámbitos antes muy poco concretados, como la economía, la tecnológica o la política. Un estudio amplio y pormenorizado de los diferentes focos que el autor cree importantes a la hora de analizar el impacto real de la escena.

Ampliando la mirada

En las periferias de esta ola de publicaciones se encuentran otros libros que también pueden servir para ampliar la perspectiva. Por ejemplo, Industria/matrices, tramas y sonidos (Archive Books), que también surgió a partir de un proyecto expositivo del IVAM. Lorenzo Sandoval y Tono Vizcaíno generan un punto de encuentro social histórico y musical para hablar de cómo el patrimonio sonoro (material e inmaterial) de algunas ciudades fabriles estuvo determinada por su propia historia y procesos culturales y obreros. El libro se deja contaminar por las investigaciones artísticas y patrimoniales de otros fenómenos y genera así un espacio inédito.

Se puede mirar la misma época y la misma ciudad desde una escena musical diferente, tal y como hizo Eduardo Guillot en Miles de muchachos, una crónica oral del punk valenciano (Institut Valencià de Cultura), en el que repasa una genealogía de la otra noche a través de grupos que coincidieron en el tiempo con las diferentes épocas de la Ruta. Lo hace también a través de la historia oral que cuentan miembros de los diferentes grupos que lo formaron.

En este sentido, Dan Sicko propone Techno Rebels (Alpha Decay) precisamente una historia de cómo la música techno surgió a  mediados de los 80 en Detroit como respuesta a un contexto muy concreto e influenciado por diferentes ámbitos. Un reflejo en el que València se puede mirar para encontrar diferencias y similitudes.

Finalmente, también la ficción ha abordado, en los últimos años La Ruta. Laia Viñas se hace servir de la escena valenciana para contar la historia de un grupo de jóvenes que bajan de fiesta desde Cataluña. En Aquí baix (L’altra editorial), la autora habla, como solo pueden hablar las novelas, del impacto emocional del éxtasis y la fiesta infinita en unos amigos que atraviesan la neblina que hay entre la adolescencia, la juventud y la adultez. 

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