La RFEF por fin enseña la 'patita' respecto a la 'Pro'

ALICANTE. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) emitía la tarde-noche del jueves un comunicado en el que anunciaba que "el Comité Ejecutivo de la Primera División RFEF" se había reunido en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas "cerrando las bases de competición" y "analizado aspectos audiovisuales, de marketing, jurídicos, infraestructuras imprescindibles y otra serie de cuestiones".

Siete meses después de anunciar su creación y seis desde que se hizo oficial el formato de competición para este curso, que está precisamente condicionado por el nacimiento de la futura categoría, el organismo que preside Luis Rubiales volvía a abrir la boca para referirse al que será el tercer escalón del fútbol español, popularmente conocido como Segunda B-Pro pero formalmente Primera División RFEF. No esta mal.

El comunicado remitido desde Las Rozas hacía referencia a que se está "completando el diseño de una competición atractiva y que supondrá una nueva transformación para generar más emoción y afición impulsada por la institución que dirige el fútbol en España", al tiempo que anunciaba que "a partir del 28 de marzo, el Comité Ejecutivo de la Primera RFEF irá comunicando a los clubes clasificados información directa" sobre la nueva división.  

Críticas de la LFP

Hace dos semanas, en una entrevista concedida a FutbolJobs Magazine, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) se mostraba muy crítico con la RFEF (también) en este tema: "Solo hay un nombre y una idea de dividir por grupos. Hay una idea, pero no un proyecto; un proyecto no es decir "va a haber dos grupos y ya está". Hay que elaborar un plan de explotación de derechos, de control económico, de gestión, patrocinios colectivos… Eso no se construye en una tarde o una mañana, ni en un mes, dos o tres, se necesita mucho más tiempo. Si no haces un proyecto, si no se prepara a nivel de recursos económicos, de control, laborales o de conocimientos, la idea posiblemente falle", decía el presidente de la patronal de los clubes, que recordaba que la creación de esta nueva categoría fue un compromiso adquirido por la RFEF a petición de la LFP en el marco de los pactos de Viana.

Con la creación de esta nueva división entre la actual Segunda B y la Segunda A se persigue, básicamente, que no sea tan acusado el salto al fútbol profesional para los clubes y no solo a nivel deportivo, especialmente en clave organizativa y económica: el 'fair play' financiero (cuyo desarrollo por la RFEF en Segunda B es muy pobre) y la comercialización conjunta de los derechos audiovisuales, por ejemplo, deben ser dos de los pilares fundamentales sobre los que se asiente la Primera División RFEF.