ALICANTE. Este lunes los técnicos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) giraban visita al Poliesportiu de Sant Joan para valorar si este puede ser o no escenario de la primera ronda de la Copa del Rey en la que el Intercity se medirá (a partido único) con el Athletic de Bilbao.
Un día antes de lo previsto (se les esperaba el martes), los representantes federativos pasaban revista (en horario de mañana y de tarde) a la instalación municipal en la que habrá de introducirse no pocas mejoras de aquí al 17 de diciembre, el día en que se disputará el citado encuentro, algo que para la RFEF ya se puede decir que es posible (subsanando las consabidas deficiencias que abarcan desde la iluminación, a la necesidad de habilitar un espacio para el control antidopaje, contar con una sala y grada de prensa, mejorar la señalización y ampliar el aforo).
No obstante, tanto el club como el Ayuntamiento de Sant Joan apuestan por no lanzar todavía las campanas al vuelo, toda vez que falta el visto bueno de Mediaset (el grupo mediático que tiene los derechos de emisión de la Copa del Rey y que tiene intención de ofrecer el partido, bien por Cuatro, bien por Telecinco). Ahora bien, la luz verde 'oficiosa' que recibía este lunes el Poliesportiu de Sant Joan permite al consistorio y al Intercity avanzar en los preparativos. Entre otros, además de implementar las mejoras en la iluminación, el contratar el suministro e instalación de gradas supletorias: la intención es que el aforo sea de entre 9.400 y 12.000 localidades en función de la marcha de una venta de entradas que queda pendiente del visto bueno de la televisión y de la hora que señale para el inicio del choque (todo apunta a que será las 21 horas).