ALTEA. La residencia de Les Boqueres empieza a ver la luz después de la situación en la que se ha encontrado en los últimos años. Así, la parte privada de Emaús, está cada vez más cerca para que se lo apropie un nuevo dueño y atajar los problemas financieros en este centro. Según pudo conocer este diario por fuentes municipales, todas las partes habrían dado el visto bueno a la operación, tanto el administrador concursal, como los bancos con los que mantiene la deuda.
Los futuros compradores están a la espera de que pase la fase de exposición pública y así agotar todos los plazos. Son los mismos que han estado prestando servicio a la residencia durante este verano, y que ahora se ha constituido como fundación cuyo administrador único es Jean Philippe Joseph Canetti, a través de JPC Holding SRL.
Todo ello culmina en la entidad Villa de Altea les Boqueres SL, cuya constitución se ha finalizado esta pasada semana, pero empezó a operar el 25 de agosto. Tal y como tienen registrado, el objeto social es en primer lugar, la asistencia en establecimientos residenciales con cuidados sanitarios. En segundo lugar, la asistencia y servicios sociales para niños, jóvenes, disminuidos físicos y ancianos en centros residenciales. El capital de inicio es de un millón de euros.
Todo ello le da un respiro a Emaús, pero corto porque está aprobado el plan de liquidación, según fuentes del Consell. Emaús se enfrenta desde hace meses a la liquidación de la asociación de prestación de servicios sociales, por la que lleva más de 38 años de trabajo con menores en desamparo. El grupo, que atiende a menores tutelados, tercera edad, personas con diversidad funcional y mujeres en situación de vulnerabilidad en las comarcas de Les Marines, estaba a las puertas de un desmantelamiento que podría provocar que todos estos usuarios pudieran ser trasladados.
Tal y como explicaron fuentes municipales, este es el único centro de Emaús que puede vender su propiedad a un tercero, en este caso, a los que están gestionando el servicio a través de una autorización temporal dada por la administradora concursal. El resto están preparando los pliegos de condiciones para una vez listos, se saque a concurso su gestión.
Cabe recordar que la deuda del Grupo Emaús podría rondar los 23 millones de euros, cinco de ellos a la Seguridad Social, y esto ha desembocado en el procedimiento concursal y el ERE, este último finalmente se suspendió sin fecha. La participación del Consell de Políticas Inclusivas también aportó su granito de arena. Buscaron junto a los representantes sindicales y trabajadores la mejor solución para que se les pagara las nóminas y los centros no dejaran de prestar sus servicios. Así, este verano se resolvió que estos centros, salvo Les Boqueres, los asumiera la Fundación Salud y Comunidad con un contrato de emergencia.