ALICANTE. La complejidad que entraña la identificación del origen de los brotes de coronavirus con el aumento de la movilidad entre municipios en verano comienza a generar episodios de controversia en la Comunitat. La primera polémica estalló este jueves en Alicante, un día después de que la Conselleria de Sanitat hubiese situado de manera errónea la procedencia de uno de los tres focos de contagio que se comunicaron el miércoles.
En concreto, el departamento autonómico que coordina Ana Barceló informó -a través del comunicado diario habitual- sobre la detección de un brote en el municipio de Xàtiva (Valencia), otro en Santa Pola y otro en Sant Joan, este último con seis contagios. A lo largo de la jornada del jueves, se produjo una rectificación: este último brote no se había localizado en el municipio de Sant Joan d'Alacant, sino en la Playa de San Juan, en Alicante.
Así se confirmó, además, en el comunicado informativo de esa jornada, en la que se explicaba que esos seis contagios se habían detectado entre jóvenes que habían acudido a los locales de ocio del distrito de Playas, sin ninguna relación con Sant Joan d'Alacant.
No obstante, durante la tarde se produjo una nueva corrección. Salud Pública remitió una notificación informativa al Ayuntamiento de Alicante en la que se aclaraba que no se había localizado ningún brote en la capital, ya que los seis casos que se habían asociado a la actividad del ocio nocturno de Playa de San Juan correspondían en realidad a jóvenes desplazados desde Elche.
En esa notificación, se detallaba, además, que se había descartado contagios entre el personal del pub al que habían acudido esos seis jóvenes y se confirmaba que el Ayuntamiento no tenía que adoptar ninguna medida especial para regular el funcionamiento de ese local ni de ningún otro. La comunicación de Salud Pública destacaba, incluso, la colaboración de los propietarios del establecimiento al que se había atribuido el origen de los contagios.
Eso sí, las aclaraciones del departamento autonómico se recibieron pasadas las 20:00 horas de la tarde, lo que generó la indignación del equipo de Gobierno de Alicante: el bipartito compuesto por PP y Cs. Primero, por el efecto que había tenido que se informase sobre el hallazgo de un brote en el municipio. Y segundo, por el retraso en la recepción de información oficial por parte de la conselleria, en la medida en que a lo largo de toda la jornada no se había dado instrucciones sobre cómo proceder respecto al local visitado por los seis jóvenes o sobre el conjunto de los locales de ocio de la zona.
Fuentes del bipartito incidieron en que el retraso en la información facilitada por Sanidad impidió que se pudiesen adoptar decisiones para atajar más contagios, en el caso de que hubiese resultado necesario. Entre ellas, las acordadas en el caso del municipio de Gandia, donde, el pasado sábado, se decretó el cierre del sector del ocio nocturno tras la detección de un brote asociado a su actividad.