ALICANTE (EFE). (EFE).- Las provincias insulares sufrieron los mayores retrocesos de PIB en 2020 -del 27 % en Baleares, el 21 % en Las Palmas y el 19 % en Santa Cruz de Tenerife-, seguidas de Málaga, con una caída del 17 %, y Gerona, del 14,2 %, según el Banco de España.
En un artículo analítico publicado este miércoles, el Banco de España calcula -a partir de los datos de afiliación a la Seguridad Social- el distinto impacto económico de la pandemia de coronavirus en las provincias españolas, derivado tanto de la incidencia de la enfermedad como de su estructura productiva.
Las mayores contracciones económicas, lejos del 11 % nacional, se dieron en Baleares, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Málaga y Gerona, unas provincias especialmente dependientes del turismo, sobre todo extranjero. Les siguen las también turísticas Alicante, Granada y Cádiz, con descensos del 13,5 %, 12,6 % y 12,4 %, respectivamente.
Por el contrario, las caídas más suaves se concentraron en las provincias extremeñas, con retrocesos del 5,3 % tanto en Cáceres como en Badajoz, y Ciudad Real, con un descenso del 5,7 %, unas zonas con menor exposición al turismo y prevalencia de sectores poco afectados por la pandemia como la agricultura y el sector público.
También muy por debajo de la media se situaron Zamora y Cuenca, con caídas del 6,4 %; Guadalajara, del 6,5 %, y Toledo y Soria, del 6,7 %.
El Banco de España destaca que el análisis provincial permite distinguir "hallazgos relevantes", por ejemplo que la pandemia afectó mucho menos a Lleida que al resto de provincias catalanas, que son costeras.
Tras analizar los elementos explicativos, el Banco de España concluye que el diferente impacto económico de la pandemia entre provincias se debió más a la estructura productiva y a la reducción de la movilidad que la incidencia de la enfermedad