ALICANTE. La promoción Estrasburgo Suites, en la localidad alicantina de Xàbia, saltó a la fama hace cuatro años al convertirse en el primer proyecto inmobiliario que recurría a la financiación mediante crowdfunding, a través de la entonces relativamente reciente plataforma de financiación participativa Housers. Cuatro años después, las viviendas están terminadas, vendidas y entregadas, pero el proyecto podría terminar en los tribunales.
El motivo: el promotor del residencial, Vibopa Promociones Inmobiliarias, del grupo Vallés, ha incumplido el plazo de devolución de la inversión realizada por sus micromecenas, no solo el original (como ya contó este diario) sino el nuevo calendario que se pactó en 2019. Ahora remite a sus inversores a 2023, una vez obtenga liquidez con la venta de un nuevo residencial, distinto al que financiaron (algo expresamente prohibido por el contrato de financiación firmado con Housers).
El quid de la cuestión estriba en que la promotora no recurrió solo a la financiación de Housers, sino que también contrató un crédito bancario con garantía hipotecaria, que sí ha devuelto: la alternativa hubiera sido la ejecución de dicha garantía. En cambio, los 727 inversores que aportaron un capital de 500.000 euros solo han visto 44.516 euros en concepto de interés durante el primer año del préstamo, y otros 100.000 del principal. Si el promotor devolviera el resto del capital, como pretende, en marzo de 2023 (4 años después), la rentabilidad sería de un 2,2% en lugar del 9% pactado.
Incumplidos los dos plazos de devolución, la plataforma de financiación participativa se dirigió al promotor para reclamarle el capital, pero éste se escudó en que aún le quedaban viviendas por vender. Sin embargo, Alicante Plaza ha podido constatar en el Registro que la última de las 18 viviendas construidas se vendió en septiembre de 2021. En lugar de devolver el dinero a los inversores de Housers, el promotor asumió la devolución del préstamo bancario y utilizó ese dinero para financiar otra promoción en València, incumpliendo el contrato de préstamo suscrito con los inversores.
Fuentes de Housers confirmaron a preguntas de este diario el incumplimiento por parte del promotor, y señalaron que de no llegar a un acuerdo, la reclamación podría verse abocada a una acción judicial, dado que usar la financiación del proyecto de Xàbia para otros menesteres incurriría supuestamente en un posible delito de alzamiento de bienes. La plataforma de financiación participativa exige desde hace un tiempo garantía hipotecaria a los proyectos que financia para poder ejecutarla en caso de impago, pero en 2018 todavía no lo hacía, explican las mismas fuentes.
La compañía especializada en financiación inmobiliaria ha regresado a la senda ascendente, tras dejar atrás el impacto de la pandemia y desligarse de forma amistosa de uno de sus socios fundadores. Recientemente ha puesto en marcha una ampliación de capital para financiar su crecimiento en Italia, Portugal y otros países de la UE, aprovechando la nueva legislación sobre el crowdfunding.
Las diferentes alternativas que ofrece este activo permiten limitar los efectos negativos en las rentabilidades actuales a las que están expuestas las carteras